Es el caso de Alejandro Barberis, fue titular de la Agencia Platense de Recaudación (APR) de la municipalidad de La Plata, organismo que durante la gestión del desplazado intendente Pablo Bruera se encargó de manejar gran parte del dinero en blanco que ingresaba a las arcas comunales en materia de impuestos y tasas.

Conocido  por sus cualidades para “hacer dinero fácil” sin mancharse las manos –ni el apellido-, Barberis ahora podría recalar en la Unidad Ejecutora Provincial de la cartera de Educación, el área encargada de disponer de los fondos para las obras en las escuelas de la Provincia de Buenos Aires.

Babreris no es justamente de los dirigentes que se ponen colorados a la hora de mudar sus funciones de espacio político. También fue Director General de Administración (DGA) de AUBASA, el ente encargado de gestionar la autopista Buenos Aires La Plata, antes en manos del duhaldista-sciolista Gonzalo Atanasof.

En el circuito político de la Plata, se sabe que Barberis tiene una fortuna incalculable y como ocurre con otros funcionarios locales, no podría justificarla con “los papeles en regla”. Durante su gestión en el bruerismo, se vio involucrado en polémicas decisiones tales como cuando decidió, promediando el 2012, cobrar un peso por cada compra en supermercados locales en concepto de adelanto de tasas municipales (como la SUM, de Servicios Urbanos Municipales).

Por entonces y en medio de un fuerte rechazo por parte de los consumidores, Bruera tuvo que dar marcha atrás y quedó desairado, al igual que cuando en una movida similar, se quiso ampliar la cuadrícula de las cuadras que abonan Estacionamiento Medido. Aunque en este caso intervino también la Justicia.

Ahora Barberis (según algunos, respondería al sector del massismo del diputado Juan Amondarain) podría tener la responsabilidad de manejar los fondos de un área sensible en la Provincia de Buenos Aires. Por las dudas, en Educación, ya hay muchos que comenzaron a poner el grito en el cielo