"El tiempo se va a encargar de aclarar esta situación. Nuestra posición sigue siendo absolutamente clara. Lo sucedido en junio fue absolutamente constitucional, reconocido por propios y extraños", insistió el mandatario en alusión a la destitución del presidente Fernando Lugo en un controvertido juicio político.

"Vamos a hacer el esfuerzo para que Paraguay sea respetado como corresponde, como socio fundador del Mercosur. Lo que ocurrió en el Mercosur respecto a la suspensión de Paraguay, el ingreso de Venezuela y la posibilidad de otros ingresos es absolutamente ilegítimo e ilegal", sentenció el gobernante.

Más tarde, la Cancillería paraguaya señaló, mediante un comunicado, que Uruguay violaría el Tratado de Asunción si acepta la presidencia pro témpore del Mercosur, algo que finalmente sucedió. Según Asunción, la negación de ese lugar -que le habría correspondido de no estar suspedido- es "una nueva transgresión de la institucionalidad del Mercosur".

La nota agrega que los presidentes del bloque violan el artículo 12 del tratado fundacional, que establece "la obligatoria rotación de la presidencia del Consejo del Mercado Común por orden alfabético y cada seis meses, correspondiéndole la misma en esta oportunidad a la República del Paraguay".

La Cancillería paraguaya advirtió: "(Las disposiciones) constituyen un grave precedente que afecta no solo a las relaciones entre los Estados parte, sino también a la de otros países de la sociedad internacional que desean vincularse con nuestro proyecto de integración".