Familia de Candela dice que al testigo lo mataron, pero fiscal investiga accidente

Familia de Candela dice que al testigo lo mataron, pero fiscal investiga accidente

El fiscal que investiga la muerte de Roberto Aníbal, el testigo de identidad reservada del Caso Candela cuya casa explotó y se incendió provocándole gravísimas quemaduras, ratificó que "la hipótesis principal es la accidental".

"Un fiscal puede tener varias hipótesis, pero no puede negar una hipótesis principal cuando va al lugar del hecho, cuando habla con peritos que le muestran la escena", dijo en declaraciones a Radio 10 el titular de la Fiscalía 1 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez, Federico Luppi.

De esta manera, Luppi ratificó la postura de los peritos que trabajaron en la vivienda, quienes creían que el siniestro ocurrió por una fuga de gas de una garrafa en combinación con el chispazo provocado por un cargador universal de celulares.

"Yo vi el halo en la pared de hasta dónde llegó el gas, la garrafa quedó intacta y lo que me explicaba el experto es que no hace falta que explote", manifestó el fiscal, quien agregó que de todas formas ordenó que hoy se realice la autopsia sobre el cadáver para corroborar que no existan rastros de otro tipo de explosivos.

Aunque las sospechas sobre un atentado persisten, fundadas en que el hombre había recibido amenazas e inclusive, según Carola Labrador, madre de Candela, había sido objeto previamente de un ataque a tiros.

Labrador dijo que se trató de un atentado que atribuyó a la "mafia de Morón" y aseguró, en diálogo con radio La Red, que le pidió a Aníbal que se cuide ya que los delincuentes que mataron a su hija "están todos sueltos".

Sobre los dichos de algunos vecinos a la prensa, que manifestaron que cuando ocurrió el siniestro no se encontraban los policías asignados al cuidado de la víctima, Luppi aseguró: "Los custodios estaban, a tal punto que ante la desesperación de que este hombre estaba envuelto en llamas, el propio custodio fue el que agarró la camioneta para apurar un poco las cosas".

El fiscal también hizo referencia al "episodio de violencia" que Aníbal (40) tuvo hace unos 20 días cuando personas desconocidas le tirotearon el frente de la casa y aclaró que "en esa oportunidad había tres custodias adentro".

Aníbal era un testigo de identidad reservada de la causa por el crimen de la niña Candela Rodríguez, asesinada en 2011 en la localidad bonaerense de Hurlingham.

Este hombre tenía custodia de la policía bonaerense porque gracias a su testimonio se detuvo a los principales sospechosos del crimen de la niña y poco antes de la explosión los efectivos que estaban a cargo de su cuidado habían pasado por la vivienda para ver cómo se encontraba.

La explosión ocurrió cerca de las 3 de ayer, en una casa situada en Virgen de Luján y Santos Dumont, de Moreno, en el oeste del conurbano, donde Aníbal, que trabajaba como carnicero, se encontraba solo.

De acuerdo a los investigadores, tras la explosión el testigo salió envuelto en llamas de la vivienda y alcanzó a decir "agua", "auxilio" y "no me dejen morir".

Tras ser rescatada, la víctima fue trasladada en gravísimo estado al Hospital Luciano de la Vega de Moreno, donde los médicos constataron que presentaba quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo que le produjeron la muerte horas después.

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