El mensaje de Plinio Nastari, fundador y presidente de Datagro, la mayor consultora agrícola de Brasil sobre de azúcar y alcohol, es que “nosotros, como humanidad, no tenemos mucho tiempo más”. “Hay un sentimiento de urgencia sobre el aprovechamiento de los biocombustibles, para ayudar a reducir el calentamiento global”, afirmó. La frase despojada de fatalismo en el convencimiento de que el “proceso no es rimbombante, pero firme en su avance”, principalmente entre los países componentes del Mercosur.

“En los últimos 40 años, la sustitución de gasolina con etanol permitió a Brasil el ahorro de 3.000 billones de barriles de gasolina, que permiten tener reservas de 12.500 millones de barriles de petróleo condensado. La importancia es que se acomodó la economía y la reserva del Tesoro llegó a U$S 388.000 millones por el reemplazo de gasolina por etanol”, explicó.

En este sentido, aseguró que los consumidores de los países del Mercosur respondieron de forma positiva. “Actualmente en Brasil más del 90% de los vehículos tienen sistema flex (mezcla y sólo alcohol). La sustitución de gasolina llega al 45.7%. Ahora se está avanzando a través del programa RenovaBio en una regulación nueva, muy moderna y eficiente, que promueve aumentos de eficiencia energética ambiental, biodigestiva, para pasar al 55% en 10 años. Es el país más avanzado en esta mezcla”, resaltó. Luego, el experto apuntó que Paraguay hoy mezcla 25%, pero no tiene distribución de etanol puro para la flota flex. “Argentina mezcla 12%, pero tiene las condiciones para llevarlo al 20% sin problemas: tiene capacidad instalada y también potencial para llegar a 25%. Todo pasa por una decisión política. También tiene capacidad tanto de caña como de maíz para cubrir esa demanda. Esto aumenta el valor agregado a la producción agrícola, que significa más renta y empleo; es una integración virtuosa. Uruguay, en tanto, mezcla el 8% y podría elevarlo”. “Por lo tanto -subrayó- hoy el Mercosur podría tener, en el área automotor, una tecnología que sería exportable para el resto del mundo, con vehículos adaptados para funcionar con mayor porcentaje de etanol y también los que tienen sistema flex. Y es lo que el mundo está pidiendo en estos momentos, más que los eléctricos”, precisó.

Estudios

“La expansión de los biocombustibles puede proporcionar una ruta sensata de diversificación para muchas economías azucareras”, explicó el doctor en Economía Agrícola y consultor del Concejo de Políticas Energéticas de Brasil.

“Hay estudios que llevan a la convergencia sobre la importancia de la bioenergía y los biocombustibles. En Alemania, 20 países que representan a más del 50% de la población del planeta, emitieron un documento para que se logre limitar el calentamiento global a 2 grados Celsius hasta 2050. Explicaron que es necesario que hasta 2030 la proporción de la bioenergía en la demanda global se duplique, y que se triplique para el transporte”.

Nastari explicó que esto significa pasar la producción de biocombustibles de 130.000 millones de litros a 500.000 millones hasta 2030, y a 1,12 trillones de litros para 2050. “Hay una urgencia internacional sobre el tema. Hay que crear políticas públicas eficientes para lograr atender este objetivo de forma sostenible. Algunos países están más adelantados. Pero las fábricas más grandes en EEUU, consideran que la mixtura debe ser más elevada y llegar al 30%. Allí se mezcla solamente el 10% y quieren llegar al 15%, mientras que en Brasil -reiteró- se mezcla el 27% de etanol y se usa sólo en la flota flex. Paraguay usa 25%”.

Finalmente, destacó la unión entre energía alimentaria y energética, por ser “muy virtuosa”. “Ayuda a preservar la floresta, porque el etanol obliga a intensificar el uso de la tierra y a la actividad pecuaria. Por lo tanto, se reduce la presión por desmasamiento de biomasa protegida. Es un tema muy actual, importante para la cadena de la caña de azúcar, porque es el futuro. En los últimos dos años, Brasil redujo la producción de azúcar y creció la de etanol. Esto se puede intensificar en distintas parte del mundo. Y este Congreso es el ambiente ideal para una discusión internacional de esta envergadura”.