Entre el relato M y la realidad social

Entre el relato M y la realidad social

El gobierno de Mauricio Macri lucha por instalar una sensación de optimismo en la ciudadanía. Lo dice puertas adentro y, también, hacia afuera. Sin embargo, la calle muestra un descontento generalizado.

“Turbulencias” y “tormentas” fueron las últimas dos definiciones con las que el gobierno de Mauricio Macri, siempre aconsejado por el gurú Jaime Durán Barba, intentó salir airoso de una nueva crisis. Sin embargo, la jugada comunicacional estuvo lejos de cumplir como sus antecesoras, tal el caso de “sincerar”, y no logró el impacto que esperaban en la Casa Rosada. 

Claro está, el discurso oficial no hizo mella en la sociedad y la agravante realidad pesó mucho más, incluso que las denuncias por corrupción kirchnerista. Con el fracaso firme, desde Balcarce 50 volvieron a apostar a la vieja conocida frase “el camino es el correcto”. La dice el Presidente y la repiten los ministros; la gobernadora María Eugenia Vidal, y algunos legisladores. No sólo es expresada públicamente, sino que en las reuniones privadas también se busca apuntalar, y que esa idea prime en Cambiemos.

A pesar de los intentos por consolidar el relato M, el termómetro social da una clara muestra de no recibir el impacto discursivo. Los números de diferentes encuestadoras arrojaron que la imagen negativa de Mauricio Macri subió varios puntos e impactó de lleno en la mandataria provincial. Así, ni la famosa causa de “los cuadernos K” logró imponer su peso y darle un poco de aire al oficialismo ante el malestar generalizado.

La crisis llegó a la mesa de los argentinos, y ese, sostienen los especialistas, es el principal conflicto que atraviesa Cambiemos. Ni las frases del marketing político, ni las acusaciones de la corrupción kirchnerista logran cambiar el descontento social, que se ubica en el momento más grave para el gobierno de Macri. 

"No mejoró y lo peor no pasó"

En conversación con La Tecla, Raúl Aragón remarcó que “la situación económica y social no mejoró, empeoró; y lo peor no llegó, porque falta todo el ajuste que todavía no empezó y que va a ser sobre el Presupuesto del año que viene”. En esa línea apuntó que “van a ajustar en educación, en salud, en sectores sociales; porque no pueden ajustar en otros lados, a menos que en vez de ajuste incrementen la recaudación vía nuevos impuestos a los sectores de la economía concentrada”. 

Con dicho panorama, el especialista aseguró que los dichos del Gobierno responden “definitivamente a un relato y una operación comunicacional. La inflación superó el ajuste jubilatorio, los aumentos de este mes van a estar arriba del 3 por ciento. No hay ninguna mejora, e insisto, falta el ajuste”.

De esa manera Aragón sostuvo a este medio que “el humor social empeora cada vez más. La gente no hace un análisis más profundo, que ‘vivo bien o vivo mal’; las condiciones de vida han empeorado, empeoró la situación económica y el humor está deteriorado, esto se ve. Hay un deterioro general que no se arregla discursivamente”.

"El desafío es la mesa familiar"

“Indudablemente, el frente económico y social no es un dato menor. El ejemplo más claro es la cantidad de gente que marchó por San Cayetano, era muy fuerte”, señaló Carlos Germano. 

En ese sentido añadió que existe “un escenario que dejó el día a día del dólar y la tasa de interés, pero está claro que la conflictividad social no cambió nada; el tema inflacionario sigue siendo uno de los grandes tumores que tiene la sociedad, a la gente le sigue 

costando llegar a fin de mes, está con el temor de la caída de la actividad y la posibilidad de desocupación que se puede hacer realidad”. 

En concordancia, el analista sentenció que “el escenario no cambió nada; que la agenda pública esté dominada por temas de corrupción y transparencia no evita que la sociedad siga con las preocupaciones centrales, que siguen siendo costo de vida e inflación. Eso no cambió absolutamente en nada”. 

Germano continuó: “Basta ver los números. El aumento de tarifa existe, también el de combustible. Esa realidad no cambió, por qué va a ser diferente la percepción social; eso es subestimar a la población”.

Por último, el especialista consideró que “el desafío del Gobierno es la mesa familiar; la mesa familiar sabe exactamente las dificultades que están pasando, por más que el Gobierno intente generar un relato diferente. Lo que está haciendo el Go-bierno es tapar el sol con la mano ”.

"La tormenta no pasó y falta"

El titular de Ricardo Rouvier & Asociados conversó con La Tecla y señaló que “da la impresión que la tormenta no pasó y falta bastante por delante”. En ese sentido indicó que “si uno compara la devaluación ocurrida desde principio de año con el índice general de precios, hay una brecha en la cual el dólar se disparó mucho más”.

De esa manera, el analista político apuntó que “la situación social es una incógnita; no sabemos hasta dónde van a aguantar los sindicatos, los gremios, los movimientos sociales”. Agregó que “indudablemente, el Gobierno camina por un desfiladero más angosto. Por un lado, con el mejor círculo rojo que pudo encontrar, que es el Fondo Monetario Internacional, y por el otro, la reacción social”.

En ese sentido, Rouvier remarcó que “el Gobierno inyecta mucho dinero abajo, en los sectores más postergados, con el objetivo de buscar la paz social y evitar un conflicto, que no sé si lo va a poder lograr”.

Asimismo aseveró que Cambiemos apuesta a instalar un relato con “una visión de largo plazo”, trata de “insistir en esta idea de largo plazo, de pasar el mal momento, la tormenta en el viaje para que después salga el sol; es una metáfora bastante común, que se utiliza con el fin de darnos esperanza”. 

No obstante alertó que “no hay ningún dato a mano, relevante, salvo algunos indicadores que pueden mejorar con la devaluación, como la exportación”.

Comentá la nota