La idea fue presentada con el acostumbrado boato en la Municipalidad, con el respaldo de un sector empresario vinculado, claro está, al negocio de la gastronomía. Fue representado por el empresario Miguel Henríquez. El Intendente anticipó que se celebrarán dos ocasiones al menos por año: la Semana de la Gastronomía, y la de la Música Clásica. Esto, para reforzar la idea de perfil turístico-cultural asociado a la ciudad desde una óptica desarrollista.

Por lo pronto, el fin de semana que coincide con los enamorados en sus distintas versiones (un menú mucho más variado, de acuerdo con la evolución social argentina) habrá peatonal en el bulevar 9 de Julio, vinculada a mesas bien servidas.

“Aspiramos que este polo (gastronómico) se constituya en un emblema de la gastronomía de la ciudad de Neuquén con un propósito no solo comercial y de servicios sino también turístico, convirtiendo los espacios privados, que tienen distintos dueños, en un gran espacio público”, sostuvo al respecto el secretario de Coordinación del Municipio, Marcelo Bermúdez.

Los comerciantes del rubro se mostraron entusiasmados con la iniciativa, que agrega valor a su propuesta privada, evidentemente. Y hasta se dijo que habrá una urna, en la peatonal del domingo, para que la gente pueda votar un nombre que ponerle al polo gastronómico citadino.