Cada vez que hubo un incremento en el precio del boleto urbano de pasajeros, fue la Casa de Gobierno la que habilitó a los concejales oficialistas -son mayoría en el Concejo capitalino- a otorgar las subas que cada año solicita la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor (Aetat). Pero esta vez, al parecer, el panorama es distinto. Porque tanto oficialistas como opositores se adelantaron a anunciar -algunos abiertamente y otros en off the récord- que el incremento del 64% solicitado por la central empresaria deberá esperar, por lo menos, hasta fin de año.

En la edición de ayer, el empresario Jorge Berreta había anunciado que el presidente de Aetat, Cristóbal Cazorla, formalizaría esta semana en el Concejo Deliberante de la capital, el planteo de readecuación tarifaria. Cabe recordar que el último incremento en el precio de la tarifa se produjo en abril pasado. Y a cinco meses de esa concesión, los propietarios de ómnibus vuelven a la carga con el pedido e insisten en que el boleto urbano pase de los $ 3,90 actuales a costar $ 6,43. 

De todas maneras, algunos ediles alperovichistas coinciden en que, de concretarse una suba en el precio del pasaje, esta no podrá ser superior a los $ 5. Es decir, un 28% más que el costo actual.

Entre los concejales amayistas reina el hermetismo. El concejal José Franco deslizó que los cuatro ediles que responden al intendente, Domingo Amaya (él, Eloy del Pino, Christian Rodríguez y Oscar Cano) decidieron no opinar sobre el posible aumento de la tarifa hasta tanto Aetat no realice el pedido formal. No obstante, coinciden en que “es prematura” la solicitud de los empresarios, si se tiene en cuenta que el último incremento se les dio en abril. En igual sentido opinó el massista y presidente de la comisión de Transporte, Esteban Dumit. El ex alperovichista sostiene que el sector empresarial tendría que haberse sentado a dialogar con los concejales. “Cuando ingrese el pedido se lo estudiará y Departamento Ejecutivo también deberá opinar sobre la cuestión, como ocurre cada vez que hay una solicitud de incremento”, expresó el ahora opositor Dumit.

Desde la Coalición Cívica, Sandra Manzone dijo no estar sorprendida por la intentona empresarial y realizó un análisis de la situación por la que atraviesa el sector y que golpea los usuarios. “No es una sorpresa para mí este nuevo pedido de aumento, ya que Aetat, cuando discutimos en abril la tarifa, nos anunció que con un boleto a $ 3,90 era imposible sostener la actividad, ya que algunas empresas están en crisis y no pudiendo cumplir con sus recorridos y frecuencias. Y al no poder cumplir con sus aportes y planillas salariales perdieron el subsidio nacional. Es responsabilidad del Gobierno miope, que niega la inflación y tergiversa los índices”, opinó Manzone, al tiempo que agregó: “son inauditas las condiciones del servicio y la falta de cumplimiento de las frecuencias. El pasajero no es responsable de la falta de rentabilidad”.

En tanto, el representante de Fuerza Republicana en el Concejo, Claudio Viña, calificó de “disparatado” el pedido de un boleto superior a los $ 6. “Suena disparatado que los empresarios pidan un boleto de $ 6. Pareciera que no recuerdan que hace cinco meses se les otorgó un reajuste tarifario del 30%. Entiendo que cualquier actividad está siendo castigada por la recesión y la inflación que vive el país, pero no se puede arrojar así porque sí un número tan temerario. Lo único que se logra con esto es angustiar más a la población”, cuestionó el bussista. 

Por su parte, el radical José Luis Avignone criticó al empresario Berreta, quien había dicho que algunas empresas no podían pagar los sueldos. “Son llamativas las declaraciones de Berreta, que dice que no puede pagar los sueldos, desconociendo la crisis económica que vive el país y que solamente el oficialismo niega. Es el mismo argumento que esgrimen cada vez que solicitan una suba”, fustigó Avignone.