Algunos corrieron al juzgado a pedir el divorcio unilateral; otros se casaron sin un deber conyugal de fidelidad ante la ley, pero sí con un deber "moral", como optaban por decir ayer algunos jueces a los futuros matrimonios. Y como no podía faltar, las bromas y chicanas sobre los cambios del nuevo Código Civil y Comercial circularon por las redes sociales, sobre todo los vinculados con cuestiones de pareja y familia. "Ahora la infidelidad es legal... no es obligatoria, pero sí legal." O referido a lo comercial: "Pregunté para hacer boleto de compraventa en la inmobiliaria y me dicen que por el nuevo Código Civil no se hace más. Ahora es con el cofre lleno de oro...".

Ayer, en el día formal de su estreno, la reforma fue recibida con vítores, chanzas y críticas. De hecho, el descontento de varios expertos en derecho se formalizó en pedidos por escrito al despacho del ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Julio Alak, para exigir el aplazamiento de su entrada en vigor (originariamente prevista para el 1° de enero de 2016 y luego modificada para el sábado pasado por la ley 27.077).

Uno de los primeros ciudadanos que quisieron ser protagonistas de esta historia fue Sebastián Coppola, que llegó ayer a las 7.30 al Juzgado Civil N° 23 para solicitar uno de los pedidos que, según los especialistas, se convertirá en estrella durante estos días: el divorcio "exprés". Coppola se separó de su futura ex mujer hace 26 años, con quien estuvo legalmente casado 27 días. Recién ayer pudo pedir el divorcio, y así inauguró en la ciudad de Buenos Aires la modalidad unilateral. Su divorcio "exprés" ya está en marcha.

Con el patrocinio de Virginia Luna y Pablo Lestingi, Coppola tendrá en forma rápida su divorcio. Del matrimonio contraído hace 26 años no nacieron hijos ni hay bienes, explicaron sus abogados, tan sólo una añeja libreta de matrimonio que Coppola desempolvó para solicitar la desvinculación conyugal, algo que había intentado hace varios años sin éxito.

Ayer, la pareja llegada de Hong Kong Zhuang Bingjian y Wang Qiong formalizó su unión y confesó -con algo de dificultad idiomática- no tener mucho conocimiento sobre el nuevo régimen.

También juristas, expertos y religiosos redoblaron sus críticas, sus reclamos y hasta un pedido formal para exigir el aplazamiento de la entrada en vigor del nuevo Código Civil y Comercial.

Guillermo Lipera, presidente del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires; Jorge Rizzo, presidente de Gente de Derecho y ex titular del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, y el diputado Pablo Tonelli (Pro), que trabajó de cerca en el proyecto, elevaron distintas notas el viernes pasado ante Alak, con el pedido "imperioso" de realizar una "auténtica y profunda revisión de esta norma fundamental para la convivencia social de todas las personas". "Es una ley viciada desde su inicio, ya que el texto no tuvo la revisión ni los debates necesarios, por eso desde el Ejecutivo modificaron de prepo y por ley su entrada en vigor -dijo a LA NACION Guillermo Lipera-. No hubo manera de estudiar cada uno de los artículos para poder estar preparados correctamente.".