"Los dirigentes deberíamos decidir más en la formación del plantel"

"Los dirigentes deberíamos decidir más en la formación del plantel"
Dijo que el plantel “está en una situación económica óptima”, que “le adelantamos 350.000 pesos del vencimiento del 25 de diciembre” y que Madelón “tenía bien estudiado al equipo”.

Luis Spahn a fondo y con muchos temas para hablar: el adiós a Sava, la llegada de Madelón, la situación económica, el incremento del pasivo, la nueva tribuna... En la tranquilidad de su casa, el presidente tatengue en un diálogo abierto con El Litoral.

—¿Por qué eligieron a Madelón?

—Porque conoce el club, conoce la ciudad, es una persona querida, miró casi todos los partidos de Unión, recordó jugadas y nos demostró que tiene bien estudiado al equipo. El dice que acostumbra a mirar los partidos de los equipos en los que jugó o dirigió y no nos mintió, porque a Unión lo tiene bien estudiado.

—¿Era el técnico que buscabas?

—Los técnicos son ilusiones... Mirá, yo digo que hay que traer lo potable, lo que se puede. Si fuese por mí, traería a Martino o a Guardiola, pero es imposible. He visto algunas encuestas en donde aparecían nombres de técnicos que no están para nada a nuestro alcance. Hay que traer lo que se puede. Aparecieron 45 nombres en la lista, algunos ofrecidos de manera irresponsable y sin consultar. Hicimos una selección y quedaron tres o cuatro, entre los que estaba Leo Madelón.

—¿Apuntaste a técnicos que tuvieron un pasado en Colón, como Forestello o Sensini?

—Forestello fue ofrecido por dos allegados al club y estaba en una primera lista de ocho candidatos. Es un técnico respetable al que no le fueron bien las cosas en Colón.

—¿Qué le pasó a Sava?

—Facundo es un gran técnico y una excelente persona. Hubo partidos donde se jugó bien, como el segundo tiempo de Independiente, con Defensa, con Instituto y hasta el partido con Patronato. Creo que le tomaron el tiempo al equipo, nos jugaban mucho a espaldas de los marcadores de punta, se generó cierto desorden y llegaron los malos resultados. Hubiese sido una mala idea que siguiera, porque si no arrancábamos bien la segunda rueda tendríamos que haber salido a buscar un técnico en la cuarta o quinta fecha.

—¿Te arrepentís de haberlo contratado?

—Facundo tiene un gran futuro. El tiene un concepto de un fútbol muy europeo, elitista, copiando en parte el estilo de Newell’s. Quizás esto sea difícil de llevar a cabo en la B. Unión es un club que no tiene la posibilidad de una planificación a largo plazo, como pasa en Vélez por ejemplo, donde salió antepenúltimo en un torneo pero tuvo la posibilidad de ganar una copa ante Arsenal. Unión es un club en el cual la planificación es semana tras semana, dependiendo mucho del próximo resultado.

—Es la primera vez que despedís a un técnico...

—Facundo nos dijo que hagamos lo que creamos conveniente... Quizás él apostaba a una continuidad, tenía fundamentos para pensar que la pretemporada podía ser positiva y confiaba en una mejoría, pero también es consciente de que en el fútbol argentino no hay técnicos que soporten una racha de nueve partidos sin ganar.

—Máxime en la B...

—Para Unión, en la B, nueve partidos sin ganar es mucho.

—¿Por qué no lograste consolidar deportivamente al club habiendo tenido dos años tan buenos como el del ascenso y el primero en la A?, ¿hiciste una autocrítica de eso?

—Creo que los dirigentes deberíamos tener más decisión en la conformación de los planteles. A nosotros nos pasó, que trajimos jugadores como Bianchi o Cosaro, a quiénes les costó mucho tiempo tener la oportunidad aún habiendo tenido la anuencia del técnico en su contratación. Mi perfil es el de armar planteles pensando en la siguiente temporada y nos terminamos jugando con la venida de jugadores de experiencia que no nos dieron resultados. Muchas veces, los técnicos no confían en lo que decimos los dirigentes y sí en el consejo de un amigo. En esta temporada, Palacios y Evangelista llegaron por decisión nuestra. En la temporada pasada, yo insistí por Perafán y hoy está en Vélez, quería a Gagliardi pero no lo pudimos traer, quise traer a Riaño durante tres años y cuando lo tenía a tiro apareció Boca, me gustaba Carabajal, hace cuatro años lo quise traer a Cerutti y consulté con “alguien” que me dijo que tenía 31 o 32 años y resulta que tenía 19. También lo quise a Pereyra Díaz pero se complicó porque el pase estaba en un juzgado, también apunté a Lértora... Bianchi y Cosaro vinieron por los dirigentes, pero eso sólo implicó que los técnicos demoraran en ponerlos.

—Dejar de traer tantos nombres y apuntar a promesas...

—Te cuento algo: el jueves tuve una reunión con una persona del Argentino A y le pedí que me cotice un trabajo, el de seleccionar a dos jugadores por puesto de esa categoría y la B Metropolitana. Me dijo que no me lo iba a cobrar y lo haría como un aporte al club.

—Es el trabajo de un manager...

—Mi decisión no es equivocada porque es gente que va a ver los partidos y está al tanto... Los manager en la Argentina suman más fracasos que éxitos.

—Vamos a lo económico: ¿sigue siendo inviable equilibrar los números sin el aporte extra de un presidente en Unión?

—Hace cuatro años nació Fútbol para Todos. Desde ese momento, la inflación anual es de un 25 por ciento, los jugadores piden aumentos en ese orden y la televisión apenas evolucionó en un 5 o 6 por ciento anual. De los 650 millones iniciales llegamos cinco años después a 875. Eso es lo que cobramos hoy y esto generó un deterioro en la economía de los clubes.

—Hay clubes con serios problemas económicos. ¿Cómo hace Unión para no tenerlos?

—Afa nos anticipa cheques a fecha y nosotros tenemos que salir a venderlos para hacernos del dinero, o sea que todo requiere de una ingeniería financiera importante. El plantel está totalmente al día, los jugadores cobraron 350.000 pesos a cuenta del vencimiento del 25 de diciembre y este martes les depositaremos otra cifra importante para que tengan dinero para las fiestas. Estamos en una situación óptima de pago. Estudiantes y Vélez, según Afa, entraron con 44 y 48 millones en la financiación de las deudas impositivas y Unión sumó sólo 3. Son datos que reflejan nuestra realidad en comparación con otros clubes.

—¿Hay que asustarse por el pasivo de 54 millones que indica el balance?, ¿por qué se incrementó?

—El balance es absolutamente genuino y el pasivo se compone no sólo de lo que hay que pagar, sino también de lo que hay que dar. Hay 6 millones de pesos que se cancelan con la entrega de las butacas a los socios por la nueva tribuna, o sea que no es algo que se deba pagar. Hay otra deuda de 2 millones por la seguridad social que cancela Afa. Hay un buen dato: la deuda del club en 2009 equivalía a más de 700.000 cuotas sociales; este año, al momento del balance, equivalía a 470.000 y hoy son 350.000 cuotas. Es una buena comparación, porque la cuota social, hoy, es el principal ingreso del club por encima de la televisión.

—¿Qué es lo que financieramente más obliga al club?

—Los sueldos de los próximos meses. Siempre me opuse a vender jugadores porque las ventas apuradas no salen bien. Si salgo en febrero a vender, a un jugador que cotizo en 5 millones me lo pagarán 1 y medio por el 50 por ciento y eso no me gusta ni quiero. Además, el mercado está parado, casi inexistente, no existen jugadores que valgan 5 o 6 millones de dólares y, si tenés uno, se recibe un dólar muy depreciado, de 6 pesos... A veces pienso que hay que ponerse los pantalones largos para ver de qué forma se le devuelve el dinero a los que lo ponen el club.

—¿En qué sentido?

—En que Malvicino, Vega y yo, en parte, somos acreedores del club y hay que buscar una fórmula para devolver el dinero. Con este proceso inflacionario, nadie quiere hacer un aporte porque eso que pone termina transformándose en donación. En Unión, los dirigentes que salían del club tomaban los derechos de televisión futuros para hacerse de un crédito que compense lo que habían puesto. En el 2009, por ejemplo, si no aparecía Fútbol para Todos íbamos a estar 23 meses sin cobrar plata de la TV porque eso es lo que habían arreglado los ex dirigentes en el momento de irse del club para recuperar su dinero. Entonces, el dirigentes siempre pierde y así no vamos a encontrar recambio de dirigentes que quieran poner dinero.

—A la luz de los resultados, la venta de Cavallaro fue buena, regular o mala?

—Fue una operación que se desvirtuó totalmente porque teníamos una oferta de 2 millones más, pero el jugador estaba seducido por Tinelli y nosotros debimos sancionarlo porque se fue a Buenos Aires sin permiso del club. Cavallaro nos hizo pasar un mal momento junto con Marchi. Con su padre y su representante habían cedido el porcentaje para ir al Inter y cuando le preguntamos si lo iban a ceder para ir a San Lorenzo nos trataron de extorsionadores, no nos atendieron el teléfono ni nos dieron lugar a defensa. Terminó siendo una operación aceptable en lo económico.

—¿Está parada la obra, Luis?

—Si fuera por la ayuda del gobierno, tendríamos que haberla parado hace un tiempo. Empezamos a hablar en marzo para que nos den la ayuda, en mayo nos confirmaron que estaba otorgado el aporte y al final terminamos cobrándolo cuatro meses después, en setiembre. Este jueves estuve reunido con los arquitectos para ver los presupuestos de ascensores, rampas y escaleras.

—¿Y el resto?

—Lo que falta para completar todo el sector sur, lo haremos con el préstamo del Banco Nación.

471.930

cuotas sociales

Se necesitaría para pagar el pasivo actual de 54.272.000 pesos, según la medida comparativa que hizo Spahn con el pasivo recibido al 30 de junio de 2009, cuando se necesitaban 701.600 cuotas sociales para pagarlo.

El dato

Números tatengues

El cuadro que antecede indica en el primer ítem el por qué del aumento del pasivo en casi 25 millones de pesos. Luego indica lo que se debería pagar a la fecha (casi 40 millones) y la actualización del pasivo recibido en 2009 a valores ajustados a la inflación, según los cálculos contables efectuados en Unión.

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