Hemos decidido ayudar a las familias que llevan a sus hijos a la escuela. Vamos a avanzar con la gratuidad del boleto estudiantil. Esto es sacar todas las barreras que puede tener un chico a la hora de ir a la escuela; siete millones de pasajes se sacaron el año pasado del boleto estudiantil, subsidiado al 50 por ciento. Bien: también incluiremos a los alumnos de primaria, nivel secundario, docentes», anunció el Gobernador el primer día de marzo en la Legislatura.

Aunque en aquel mismo discurso dijo que «vamos a trabajarlo bien», ya pasó casi un mes y medio y el proyecto remitido a la Cámara de Diputados aún no tuvo tratamiento alguno. Algunos legisladores de distintos bloques tendrían serias dudas sobre la aplicación y las posibilidades de irregularidades que tendrían que ver con cantidad de alumnos, docentes y no docentes que se podrían declarar. Pero más allá de esas inquietudes, lo cierto es que no se registraron avances.

Hace pocas semanas el ministro de Gobierno, Javier Touriñán, reunió a funcionarios de distintos municipios para su posterior adhesión a la Ley, una vez aprobada por los diputados provinciales. En aquella oportunidad el ministro estimó que recién dos meses después de aprobado el proyecto podrían comenzar a implementarlo con un sistema de tarjeta magnética donde estarán los datos de los pasajeros transportados. Y ratificó que el Estado provincial subsidiará el 100% del valor del boleto.

El proyecto enviado a Legislatura especifica que las empresas comprendidas en el acuerdo, «deberán disponer de sistemas de boleteras electrónicas, con sistema de rastreo satelital por GPS, módulos para tarjetas contact lees (sin contacto) y transmisión de datos en tiempo real para seguimiento de posición, velocidad de marcha y venta de boletos». Finalmente invita a las municipalidades que cuenten con el servicio de transporte público a adherirse «a fin que el universo de estudiantes, docentes y personal auxiliar de la educación se vean beneficiados por los alcances de la iniciativa».