Desde el sector del transporte de carga alertaron por el “trabajo a pérdida”

Desde el sector del transporte de carga alertaron por el “trabajo a pérdida”

El presidente de la Cámara de Transporte Gualeguaychú, Horacio Demarchi, calificó a la situación como muy compleja. Señaló que muchos transportistas guardaron sus camiones y que la carga tributaria y las continuas alzas en los combustibles hacen insostenible la situación.

En medio de aumentos de costos y una marcada crisis económica, Demarchi señaló que la cámara que preside está “tratando de brindar a nuestros asociados todo lo que se puede en el marco de un contexto económico complicado. La idea es mantener lo que se “pudo hacer en su momento”.

La Cámara cuenta con un número que oscila entre los 150 y los 180 asociados. Indicó que en todas las cámaras “somos 5 o 6 los que asistimos a las reuniones, algo que se da en los clubes y en diferentes asociaciones”. Normalmente “comenzamos unos cuantos y seguimos unos pocos”, detalló.

Comentó que conforman la Cetac, transportistas que se dedican a diferentes rubros. Están los que llevan sustancias peligrosas, cerealeros, ganaderos, cargas generales y otros”. Consultado sobre cómo está el que hace transporte de granos, respondió que  los cerealeros están muy complicados y por eso surgen grupos de auto convocados.

Acotó que cada vez se hace más difícil tener un chofer, cuando se trabaja dos días, una semana a lo sumo, y después estás diez días sin laburo”. Dijo que la situación provoca una “oferta y demanda que genera  la caída de las tarifas”. Aseguró que en la actualidad el “transporte agrícola y ganadero es el que está sufriendo más las consecuencias”.

Aclaró que el resto del transporte tampoco la está pasando bien, salvo algunos rubros que pueden “trasladar los costos a la tarifa en forma automática, algo que nosotros no podemos  hacer, ni siquiera cobrar la tarifa vigente, menos trasladar automáticamente los valores”. Dijo que se “demora mucho el traslado de los aumentos, teniendo en cuenta que el combustible y los insumos no paran de subir”. Trasladar los aumentos a la tarifa lleva cuatro meses y en ese lapso  todo aumentó.

Agregó que la situación se tornó más difícil en el sector que trabaja con el campo porque los “chacareros arrastran dos cosechas muy malas y  perdieron mucha plata, generándose una situación que nos arrastra a nosotros”. Indicó que “muchos camiones están parados, algunos se quedaron sin chofer, debido a que es imposible cumplir con la presión fiscal que tenemos, además de la sindical. Con esta situación, los “números no cierran”.  Expresó que la carga tributaria “es horrorosa. Además se habla de algunos retoques en las contribuciones para el mes que viene”.

Aseguró que si se hace un número fino la conclusión es de que se “está trabajando a pérdida desde hace mucho tiempo”, y por esta razón un número importante paró los motores.  Y puso como ejemplo su caso: “Tuve que parar y dejar los camiones guardados a la espera de tiempos mejores. Por ahí, el dueño de un camión que a la vez es chofer, puede pelearla un poco más”.

Señaló que un transportista para “salir empatado tiene que ir a destino y regresar a su ciudad con carga. No puede circular por las rutas vacío y en el caso de un camión que tiene que esperar dos o más días en Rosario, los costos se tornan imposible de afrontar porque el chofer tiene que comer, dormir y percibir viáticos”. En otro orden, expresó que está “mal relacionada la cadena de pagos, porque el combustible y los peajes se abonan al contado; mientras que  los pagos, los más cortos, por los fletes se cobran a los 60 días”.

Dijo que cuando se pacta un viaje normalmente el “precio es inferior a la tarifa,  y cuando se cobra, el combustible aumentó cinco veces, razón por la cual lo que se recibe como pago no alcanza para llenar el tanque nuevamente”. Comentó que si bien existen una línea de “créditos blandos que ofrece el gobierno, lamentablemente no se puede acceder a los mismos”.

 

El combustible

Señaló que en el norte del país, el gasoil se llega a pagar hasta “tres o cuatro pesos más el litro que el que conseguimos en la zona”.

Contó que cuatro años atrás, los que “nos quejábamos en las reuniones de federación éramos los dirigentes de los transportes medianos y pequeños; mientras que hoy todo el mundo lo hace”.

Comentó que una “empresa que tiene 400 camiones, paró la mitad de la flota con un costo muy alto, porque estamos hablando de 200 puestos de trabajo menos”.

Dijo que la situación comenzó a agravarse en el 2013 hasta el día de la fecha en que se llega a este momento.

Finalmente, pidió que el gobierno “abra los ojos y le dé una mano al transporte, además al haber tanta oferta de transporte, el dador de carga se aprovecha y termina pagando lo que quiere”, concluyó.

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