Cuando la Policía puede ser la cara del terror

Cuando la Policía puede ser la cara del terror

Reconocida en todo el país como una de las más violentas, la Policía de Mendoza se encuentra, nuevamente, envuelta en otro confuso episodio de gatillo fácil.

Leandro Rodríguez fue detenido el 16 de este mes, en horas de la noche, por averiguación de antecedentes, siendo que tenía consigo el Documento Nacional de Identidad y una curatela de la madre por una mínima deficiencia mental que presentaba. El joven, de 30 años y vecino del barrio Parque Sur, fue llevado a la Comisaría 27 de Godoy Cruz, donde fallecería horas más tarde. La Policía informó, a través de un parte, que Rodríguez se había suicidado con su propia remera en el calabozo de la Comisaría.

La familia, que se enteró de la tragedia a través de la televisión al día siguiente, inmediatamente encaró un proceso para esclarecer este hecho, que según ellos es de gatillo fácil.

Por portación de rostro

Los familiares y amigos de la víctima realizaron continuas movilizaciones para pedir el esclarecimiento del fatídico suceso y allí enumeraron la primera hipótesis que contradice la teoría del suicidio: las constantes detenciones y el odio de la Policía con los jóvenes del barrio.

“Mi hijo cada vez que salía decía: ‘seguro que hoy me detienen porque tengo cara de chimba’”, indicó la madre de la víctima, Cornelia Marilú Contreras.

La mamá indicó que su hijo había sido detenido en reiteradas ocasiones y que ya había sufrido maltratos de parte de la Policía.

Los vecinos, por su parte, reforzaron los dichos de Cornelia y en una de las marchas que realizaron hacia la Legislatura argumentaron que es notable el odio con el cual la Policía trata a los jóvenes del barrio, por el sólo hecho de vivir en el conglomerado.

Se iba a un recital

Otra de las hipótesis que contradicen las declaraciones de la fiscalía en donde dice “que era un joven con tendencias suicidas” fueron los dichos de su hermana, quien aclaró que Leandro era un “hippie, lleno de vida”. “Tenía todo listo para irse de campamento a un recital, hasta había limpiado la carpa”, dijo.

Leandro con sus amigos tenía una banda de rock: él tocaba la caja y era fanático del Indio Solari y su mamá relató que una vez se volvió caminando de Jesús María, Córdoba, tras un recital de su ídolo.

¿Con una remera?

Otro de los argumentos flacos que presentó la fiscalía es la descripción del suicidio: un ahorcamiento por sus propios medios y con su remera.

Según indicó un médico psiquiatra consultado por El Ciudadano, “es muy difícil que una persona llegue a su cometido realizando este hecho porque el miedo que genera morir habría producido que la persona desista de lo que está haciendo”.

La Asociación de Abogados por la Justicia Social (AAMJUS) ha expresado su rechazo a la hipótesis oficial de “suicidio”, por todas estas razones y por la ausencia de las uñas de los dedos índice y mayor de ambas manos, que para ellos indica la existencia “de un claro ejercicio de violencia física desmesurada”.

Uno de los abogados de este organismo, Lautaro Cruciani, le solicitó al fiscal de Delitos Complejos, Daniel Carniello, recientemente involucrado a la causa, ser querellante y en diálogo con El Ciudadano indicó que “Leandro era como cualquier pibe de Mendoza, no cuadra la teoría del suicidio por ningún lado, así que vamos a acompañar a la familia para que se haga justicia”.

Mendoza suma 224 casos en democracia

Otro de los organismos que está acompañando a la familia en el esclarecimiento del caso es el Observatorio de Violencia del Estado. Esta ONG viene realizando estudios de gatillo fácil y en sus resultados han destacado que en Mendoza, desde el retorno de la democracia se han producido 224 asesinatos por este modo y sólo durante el año pasado 21.

La referente de la organización, Sonia Arias, aclaró que continuarán en esta lucha para que se esclarezcan todos los asesinatos producidos por este modus operandi.

“Nosotros vamos a acompañar a las familias para que se esclarezca este hecho y para que los efectivos policiales dejen de manejarse con esta impunidad”, aclaró la dirigente social.

Entre los casos más altos de muertes

El gatillo fácil durante el año pasado fue una de las causas con mayor índice de asesinados en la provincia, superando incluso a los muertos por robo./ Matías Caliri

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