El descontento y el desconsuelo del sector olivícola riojano con el gobierno nacional aumenta de modo permanente. Es que ya pasaron diez días de una tensa reunión que el gobierno local mantuvo con los Ministros de Industria, Deborah Giorgi y de Agricultura, Norberto Yahuar, tratando que comprendieran cual es la realidad del sector, sin resultados positivos.

Tras aquel encuentro, realizado al mismo tiempo en que los productores locales marchaban con sus tractores y camiones a Plaza 25 de Mayo, no se avizoran soluciones inmediatas para la problemática de fondo del sector, que no pasa por subsidios y créditos blandos, como anunció la Nación, sino por una serie de medidas que le permitan a la agroindustria de la aceituna exportar al Brasil con un dólar competitivo y reducir sus costos internos, incluido los impuestos que gravan la actividad.

“Lamentablemente los resultados obtenidos hasta el momento demuestran una vez más que no se comprende la gravedad de la situación”, dijo la Cámara Riojana de Productores Agropecuarios (CARPA) en un nuevo informe semanal.

Para CARPA, “esencialmente se pidió: cambios para obtener rentabilidad y se respondió con promesas de subsidios y créditos. La solución propuesta demuestra que no se advierte que, a diferencia de las empresas públicas, la actividad privada no puede existir sin rentabilidad”.

Por ello se insistió en que “sin rentabilidad y sin señales de cambio positivo el sector difícilmente acepte endeudarse más y seguramente continuará en el proceso de ajuste adaptándose a la situación, con las lamentables consecuencias a las que nadie quiere llegar y que en muchas oportunidades hemos descripto”.

Esta semana continuarán las negociaciones respecto a los problemas económicos de las empresas Finca Liliana SA, Nevados SA y la Agro Aceitunera que involucra en el departamento del oeste a 113 trabajadores y medio millar en Arauco, donde la empresa de José Nucete quiere fraccionar los salarios por falta de efectivo.