Crisis habitacional: diciembre el mes de los desalojos

Crisis habitacional: diciembre el mes de los desalojos

En diciembre hay hasta tres desalojos diarios. Sin soluciones de fondo, cientos quedan en la calle.

La inminencia de la feria judicial y las fiestas de fin de año le otorgan a di­ciembre un récord tris­te. Según los expertos, la primera quincena del último mes del año es la época en la que se llevan a cabo más cantidad de desalojos de predios e inmuebles habita­dos por vecinos sin vivienda que apelan a la ocupación como últi­mo recurso.

Se calcula que estas sema­nas se están produciendo alrede­dor de tres desalojos de inmue­bles por día, algunos de manera muy violenta. Aunque la mayoría se lleva a cabo en viviendas, algu­nos también se producen en es­pacios públicos.

Un caso paradójico en este sentido es el desalojo de siete fa­milias que viven en la plaza Ceci­lia Grierson, ubicada en la aveni­da San Juan al 600 en el barrio de San Telmo, que por orden del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad, deberán abandonar el predio.

Según informa ese organismo en su página web, la finalidad es “recuperar” la plaza. Sin embar­go –y contradictoriamente–, has­ta el momento lo único que se hizo fue vallar todo el perímetro del parque con un cerco. “El pro­cedimiento se completó de mane­ra pacífica, con la construcción de un vallado protector para evitar nuevas usurpaciones”, describen en el portal.

Pese a esta situación, los ve­cinos que viven en la plaza, algu­nos de ellos desde hace más de 20 años, apenas fueron notifica­dos y al cierre de esta edición es­taban a la búsqueda de un defen­sor oficial. Según informaron, en el lugar hay además dos menores de edad.

Fuentes de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, que se acer­có hasta la plaza para ver de qué modo se podría asesorar a las per­sonas involucradas, aseguraron que el principal problema de los desalojos es que pocas veces se realizan “de manera articulada” para ubicar a las personas en al­gún lugar definitivo. En el caso de las personas que viven en la Pla­za Grierson, hasta el momento no se consiguió ninguna alternativa y las familias rechazaron ir a vivir a los paradores que ofrece el go­bierno de la Ciudad.

En lo que se refiere a los in­muebles privados, la situación continúa agravándose mientras, en paralelo, en la Ciudad se vive un boom de la construcción y la especulación inmobiliaria.

“Buenos Aires tiene una di­námica constructiva muy alta y concentrada para los sectores de mayores ingresos”, analiza el ur­banista Eduardo Reese, director del área de Derechos Económicos, Sociales y Culturales del CELS.

Según Reese, la gran cantidad de edificios en construcción que se ven a lo largo de la ciudad res­ponde a una lógica de mercado expulsiva.

“El mercado se concentra ex­pulsando, porque aumenta el precio del suelo y las políticas ur­banas quedan en manos de los privados”, explica y agrega: “Mu­chos de los edificios nuevos se ha­cen para poner allí oficinas que generan una alta rentabilidad”.

“Como consecuencia, para las personas de menores recur­sos quedan pocas opciones. Es por esto que se observa una den­sificación en las villas, en hoteles o pensionados, en muchos casos con situaciones de hacinamien­to”, concluye.

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