Este año, la agenda cultural de Luján ofreció numerosas propuestas corales con apuestas muy variadas, ofreciendo una gama de géneros y estilos realmente sorprendentes. Resaltan, por citar sólo dos ejemplos, el ciclo de música coral denominado Musique Du Monde organizado por la Sociedad Francesa de Luján el mes pasado, la propuesta Domingos de Clásica, así como también el Coro Femenino de la Municipalidad de Morón que también se presentó con entrada libre y gratuita en el Teatro Municipal, además de muchos otras iniciativas que se pudieron disfrutar a lo largo de este año.

El lunes pasado, cerca de las 21, se presentó un nuevo concierto de calidad superlativa. Nuevamente se han tramitado una nueva propuesta de calidad artística, cuya gran mayoría se mantienen en la modalidad de entrada libre y gratuita. En este caso se trató del Coro Nacional de Jóvenes (CNJ) que se encuentra integrado por 50 voces, ni más ni menos.

La agrupación fue formada en 1985 con el objetivo de completar el ciclo de la actividad coral iniciado en el Coro Nacional de Niños y que culmina en el Polifónico Nacional. Es un organismo estable dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación. Actualmente se encuentra integrado por 50 cantantes y han llevado a cabo numerosas obras clásicas, así como también populares argentinas, destacándose Cántico de Hilda Dianda (1988), Requiem de Salvador Ranieri (2001), Magnificat (1999) y la Pasión según San Juan (2002).

El comienzo, pautado para las 20, tuvo un leve retraso debido a un inconveniente con el transporte que debía trasladarlos a Luján. Néstor Zadoff, reconocido director del coro desde su creación en 1985 y premio Konex en 2009, ofreció unas palabras disculpándose en nombre de todos por la espera.

Desde su comienzo hasta el final fue un deleite auditivo sin interrupciones. Además de la imponente apuesta sonora que surgen de 50 gargantas delicadamente afinadas, merecen un destacado, el barítono Alejandro Spies y la soprano Rebeca Nomberto, así como también los pianistas Hae Yeon Kim y Claudio Santoro que interpretaron la partitura en piano a cuatro manos. El público expulsó una ovación contenida, ya que a lo largo de la obra se pidió no aplaudir durante las breves intermisiones, y se retiró muy conforme. En el 2014, felizmente, las propuestas corales coparon la agenda cultural de Luján.