Se conoció otro caso de un hombre baleado en barrio Ameghino

Se conoció otro caso de un hombre baleado en barrio Ameghino

La víctima, la tercera en pocos días, es un remisero que trabaja para Autos Colón. Un joven le disparó desde muy corta distancia en Darwin al 1800. Se salvó milagrosamente.

Un remisero salvó su vida por centímetros tras ser baleado a muy corta distancia por un sujeto que intentó asaltarlo cuando se encontraba en el barrio Ameghino. De esta manera, ascienden a tres las personas atacadas a tiros en los últimos días, marcando una escalada de violencia atribuible en el vecindario al consumo de drogas y disputas narcos.

Ajeno a estas cuestiones, Julio Dos Santos fue agredido por un joven que al no poder sacarle dinero ni el vehículo, abrió fuego con la intención clara de matarlo. En un acto reflejo, el remisero alcanzó a inclinarse contra el volante lo que hizo que la bala ingresara por la ventanilla, cruzara el habitáculo de izquierda a derecha para terminar de impactar en el parabrisas.

Todo sucedió el sábado 17 a las 2.30 de la madrugada en calle Darwin al 1800 entre Tacuarí y Suipacha. A esta dirección llegó el chofer de la agencia Autos Colón para levantar supuestamente a un pasajero que nunca salió del domicilio indicado. “Aparentemente el llamado era falso”, dijo el remisero en diálogo con EL CIVISMO.

De repente, cuatro sujetos aparecieron por la cuadra. “Los ví medio sospechosos. Iba a arrancar pero me quedé. Dos pasaron por el lado izquierdo en una moto y otros dos caminando que se abrieron hacia mi lado”, recordó Dos Santos, un experimentado trabajador del volante con años en el oficio.

Calle de tierra, casi intransitable y prácticamente oscura, el chofer quedó expuesto a sufrir un ilícito. “Entré por Tacuarí pero si hubiese entrado por Suipacha no tenía posibilidades de escaparme porque hay montañas de tierra y está en muy malas condiciones esa esquina”.

GATILLO FÁCIL

Mientras los sujetos que iban en moto siguieron su camino, uno de los dos que lo hacían a pie se detuvo al lado de la ventanilla del remís. El malviviente fue descrito como un individuo de baja estatura, contextura física delgada y cara larga. A oídos del remisero llegó un apellido del posible atracador: (Julián) Medina, el mismo que desde el martes de la semana pasada tiene pedido de captura – luego de haber herido de bala a otros dos hombres en el mismo barrio- sin poder ser detenido por la Policía hasta el momento.

“Estaba con la ventanilla baja y me puso un revólver en la cabeza, me pide la plata pero como recién había dejado la recaudación me pide que me baje del auto (un Peugeot 207), gatilla y no sale el tiro. Al no salir el tiro me pega en la oreja con el revólver y como había puesto primera, acelero y a los dos o tres metros me vuelve a tirar dos tiros más. Uno entra por la ventanilla de mi lado, me roza la cabeza y rompe el parabrisas”. A toda velocidad, el remís se alejó de la zona.

La víctima dijo que el delincuente era un joven de unos 18 a 20 años que estaba presuntamente bajo los efectos del alcohol. “Iba con una botella de cerveza que supuestamente la compró en un negocio que hay en una casa particular en Pasteur y Tacuarí que vende cerveza toda la noche”.

Como consecuencia de este hecho, al remisero le quedó un hematoma en la cabeza. “Los peritos de la Policía dijeron que me salvé porque avancé y me tiré para un costado si no me la ponían en la cabeza. La bala pasó a 5 centímetros como máximo. En el auto quedaron dos plomos. Calculo que me tiró con un 22 ‘matagato’ o un 32 largo”, agregó Dos Santos, quien sostuvo que lo que está pasando en el Ameghino lo retrotrae a épocas previas a la presencia que hubo de Gendarmería cuando el barrio se había vuelto tan complicado como por estos días. Pero ahora estamos volviendo a lo mismo aunque es a toda hora y en otros barrios te la ponen en cualquier lado”.

Búsqueda

El principal sospechoso de los ataques a tiros en el barrio Ameghino que dejaron como saldo provisorio al menos tres hombres baleados en menos de 10 días no pudo ser hallado por la Policía. Se trata de un joven de 18 años identificado como Julián Medina, alias “Juliancito”, quien solía residir con su abuela en una humilde vivienda de calle Florentino Ameghino entre Del Pilar y Fernández Moreno, uno de los sectores más pobres del barrio Ameghino. Cuando una comisión policial llegó al domicilio indicado, la abuela del joven buscado les dijo a los investigadores que su nieto “se mandó la cagada y se fue”, contó una fuente policial a este medio.

Dilema

En la agencia donde trabaja el remisero Julio Dos Santos están en una encrucijada. Por un lado, priorizan la seguridad de los choferes por sobre el servicio, pero al mismo tiempo saben que en el Ameghino tienen muchos clientes, personas trabajadoras y de bien que necesitan de este medio de transporte para trasladarse, sobre todo, en horario nocturno cuando el colectivo no circula por el Ameghino.

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