Buscando despejar algunas acusaciones provenientes del oficialismo, donde apuntan contra su persona y la de Sandra Gallardo por un supuesto accionar en favor del candidato radical que finalmente triunfó, Giovannone recalcó: “Me pregunto ¿Muchachos, no será que tienen que bajarse del caballo y darse un baño de humildad? Dejar de buscar responsables, no seguir pensando mal de los demás…” El texto completo del edil brandseño expresa lo siguiente:

Para todos aquellos que se preguntan qué pasó y buscan culpables de lo sucedido, quiero decirles que en la democracia, el pueblo se expresa, que los gobiernos son del pueblo que los elige. Solo basta con ver los resultados.

En las elecciones del año 2007, el gobierno nacional estableció las llamadas “colectoras”, en las que el peronismo de Brandsen tuvo 3 listas. El Justicialismo ganó a nivel nacional, provincial y se perdió a nivel municipal.

En 2008 llegó a la presidencia del PJ de Brandsen Alejandro Arlía, llamando a una unidad de este movimiento. El primero que se negó a dicha unidad, para lograr su propio espacio (o pretensiones personales) fue quien es hoy el Intendente.

Desde el PJ, en conjunto, (Consejo de Partido), se consiguieron muchas cosas para Brandsen, siempre respetando al Intendente de turno: techo de la iglesia Santa Rita de Cascia, ala del Hospital Municipal, Av. Presidente Perón doble mano, Jardín Nº 904, Agua Potable para todos los pueblos, licitación de cloacas para todos los barrios, licitación de la ampliación de la Planta Depuradora, y trabajo para mucha gente de Brandsen tanto en Provincia como en Nación, entre otras.

Llegaron las Legislativas del 2009, me tocó encabezar la lista del PJ, plena crisis del campo, perdió el Justicialismo en casi todos los niveles, donde muchos intendentes fueron puestos como “testimoniales”. Para medir la fidelidad de los mismos y reforzar los caprichos de la hoy, conductora del espacio. Con un resultado totalmente adverso, ganando la Unión PRO.

En Brandsen, también salimos segundos; y tercero, el hoy intendente del Frente para la Victoria, con un partido por fuera del espacio.

¿Por qué hago estas referencias? Sólo para aquellos que no tienen memoria.

En el 2011 llamamos a Gastón Arias y le ofrecimos el primer lugar. Yo, por mi parte, me puse a disposición; relegando todo tipo de aspiraciones, creyendo en un gobierno abierto y de perfil bajo, que supiese establecer un fuerte tejido social con las instituciones intermedias, culturales, deportivas, sociales y políticas.

Ganamos las elecciones con el 61% de los votos. Armamos un gabinete en conjunto, donde muchos funcionarios, Directores, Delegados Municipales, fueron por mí sugeridos. Transcurrido un período muy corto, comencé a ver que nos quedábamos pensando en cuánta gente depositó su confianza en nosotros, que nunca obtuvo respuesta y cómo cambia la gente cuando tiene una gota de poder (o los revela tal cuál son).

Esta fue la razón por la decidí abrirme. Me desplazaron de los lugares que tenía merecido, no escucharon mis sugerencias, y me aislaron por completo por el capricho de unos pocos. Era evidente que me había convertido en un estorbo para el Intendente.

En las elecciones legislativas de 2013, ya el oficialismo era acompañado tan sólo por el 39 % de los votos. Con esta situación, lejos de hacer una crítica, comenzaban a buscar culpables.

Llegaron las elecciones de 2015, y días antes del cierre de listas, me llamaron para decirme que el candidato oficialista iba a ganar y que yo medía muy poco… dado esto, tomé la decisión de correrme y dejar que el pueblo elija a quien crea el mejor candidato.

Me pregunto ¿Muchachos, no será que tienen que bajarse del caballo y darse un baño de humildad? Dejar de buscar responsables, no seguir pensando mal de los demás…

Y a los que van a dejar su cargo de funcionario municipal, sepan que no hicieron nada para que este gobierno cambie de actitud. Son tan responsables como el mismo conductor. Por no haber cuidado, no sólo sus propios trabajos, sino también la gestión “justicialista”.

Lo más importante del hombre se valora cuando se pierde.