Cómo funciona el sistema de gestión de residuos que se quiere recrear en la ciudad

Cómo funciona el sistema de gestión de residuos que se quiere recrear en la ciudad

En cerca de 40 días se inaugurará la planta social para los 183 recicladores que trabajan en el predio. Pero el proyecto va por más: hacer del lugar un complejo ambiental. LA CAPITAL conoció Norte III en Buenos Aires, uno de los complejos más grandes de Latinoamérica y el ejemplo concreto de lo que se pretende hacer en Mar del Plata.

Un parque temático, recreativo y verde, sobre suelo que supo ser relleno sanitario. Ocho plantas en las que se clasifican y separan los residuos, se los somete a tratamientos para revalorizarlos o disminuir su impacto ambiental, se genera compost -un abono orgánico que luego se dona a organizaciones como fertilizante para suelo- y, a partir del biogás que surge de los residuos, se crea energía eléctrica que alcanza para abastecer a 20.000 hogares. Además en esas plantas, los neumáticos que se reciben se reciclan para luego obtener, por ejemplo, el caucho que se utiliza en las canchas de césped sintético.

Así es el Complejo Ambiental Norte III de la Coordinadora Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse), ubicado en la localidad bonaerense José León Suárez (a unos 40 minutos del centro porteño). Es el complejo más grande de Sudamérica (unas 600 hectáreas), uno de los más grandes del mundo y, también, el ejemplo -a mayor escala- de lo que se quiere alcanzar en Mar del Plata, desde que la empresa empezó a operar en la ciudad en junio del año pasado.

 

“Cuando llegamos, Mar del Plata tenía un basural, ahora tiene un relleno sanitario y queremos que sea un complejo ambiental“, señaló el presidente de Ceamse, Eduardo Enrique Ricciuti, en una recorrida que LA CAPITAL hizo por el lugar junto a otros medios locales y autoridades de la empresa.

La ambición de los que hacen Ceamse, que es financiada en partes iguales por los estados de la provincia de Buenos Aires y Capital Federal, es grande y su planificación no se agota en los tres años que establece el convenio con el municipio de General Pueyrredon. “La idea de Ceamse es llegar y seguir, estamos muy compenetrados en eso”, señaló, por su parte, el gerente de Operaciones, Leonardo Maceiras.

En ocho meses de trabajo, aseguran que el predio de disposición final ya muestra un positivo avance y que al menos ahora, gracias a la implementación de un sistema de peso de camiones y digitalización del proceso, pueden calcular efectivamente cuánta basura ingresa por día, algo fundamental para planificar los tratamientos correspondientes y que no se hacía.

“Nos dijeron que entraban entre 500 y 600 toneladas de residuos por día. No lo tenían registrado. En unas semanas nos enteramos que, en realidad, llegan entre 1.200 y 1.300 toneladas diarias”, indicó Maceiras.

Este dato está en línea con el que, hace algunas semanas, reveló Ricciuti en una entrevista con LA CAPITAL: “Mar del Plata ya genera la basura de una ciudad de 1 millón de habitantes”. El problema es que la gestión de la misma seguía pensada para las 600.000 personas que registró en el último censo del año 2010.

Las autoridades de la Coordinadora también piensan cerrar su primer año de gestión con el sector exclusivo para los 183 recicladores terminado. Según indicaron, dentro de aproximadamente 40 días quedará inaugurada la planta social techada del predio, que contará también con un comedor, baños, vestuarios y cocina.

En un principio el acuerdo era que Ceamse debía encargarse de construir una estructura pensada para mejorar las condiciones en las que las personas que viven de la basura desarrollaban su tarea, mientras el municipio seguiría a cargo del abordaje social de esa población.

Sin embargo, con una visita al predio de la gobernadora María Eugenia Vidal mediante, el mandato cambió y Ceamse, en colaboración con el Ministerio de Desarrollo Social bonaerense, pasó a encargarse de toda la gestión del espacio en su totalidad.

 

Gestionar para circular

Los objetivos que la empresa busca implementar en la ciudad son los mismos que hace más de 40 años los llevó a crear Ceamse: el perseguir el paradigma de la economía circular, que con el lema de las tres ‘R’ como eje principal (reducir, reutilizar y reciclar) impulsa la idea de que los residuos pueden ser revalorizados y devueltos a la sociedad a través de un sistema de aprovechamiento de recursos donde prima la reducción de los elementos y la reutilización de los que por sus propiedades no pueden volver al medio ambiente.

Para entenderlo basta con recorrer el Complejo Ambiental Norte III, el imponente centro de tratamiento y disposición de residuos que recibe más de 20.000 toneladas de basura por día (y uno de las cuatro plantas que cuenta la empresa). La magnitud de lo que allí se opera se suele graficar de la siguiente manera: si se dispusieran todos los residuos que diariamente llegan al predio en la autopista General Paz, se cubriría el total de su extensión.

 

Sin embargo, a contramano de lo que uno esperaría teniendo en cuenta ese dato, el complejo cuenta con un acceso “verde” que en nada se parece al imaginario colectivo de lo que implica un espacio en donde se tratan los residuos sólidos de todo Capital Federal y 48 municipios bonaerenses.

Varios metros cuadrados de espacios verdes totalmente parquizados; plazas recreativas con una amplia variedad de juegos; lagunas, donde conviven especies nativas que propician la recomposición del ecosistema natural de la zona; y unos 250 gansos que pasaron de estar en los bosques de Palermo al Ceamse, sin escalas. También surgen, sobre pequeñas elevaciones del terreno, cabañas, oficinas y salas de reuniones, todas construidas bajo las normas de seguridad establecidas para la explotación de suelos que supieron ser rellenos sanitarios.

Es que las tierras que preceden al relleno actualmente en uso fueron anteriormente utilizadas para verter los residuos y, una vez alcanzada la capacidad portante del suelo, se llevaron adelante los procesos necesarios para revalorizarla y explotarla en otro sentido. Todas las estructuras, además de no contar con suministro de gas por el peligro que eso implica en terrenos que presentan capas de residuos, fueron fabricadas con elementos reciclados. Los postes de luz antiguos y en desuso, son el material que más se repite.

 

Últimas tecnologías

En el complejo también se pueden apreciar las últimas tecnologías para el manejo de residuos: planta de tratamiento mecánico biológico (TMB), compostaje, reciclaje de neumáticos, técnica de relleno sanitario, aprovechamiento de biogás para la generación de energía eléctrica, parquización de módulos terminados y el tratamiento de líquidos lixiviados.

Es esto último lo que Maceiras destaca como el paso fundamental para pasar de tener un basural a un relleno sanitario. “Cuando no se tratan los líquidos lixiviados, todo se va a las napas de agua. Nosotros, en cambio, los captamos y los tratamos”, señaló.

El complejo Norte III cuenta con la planta de tratamiento de líquidos lixiviados -el líquido que surge de los residuos y puede llegar a filtrarse por la tierra- más grande del mundo. Allí tratan hasta 123.000 metros cúbicos por mes que, tras un complejo proceso que incluye etapas de nanofiltración, un 75% llega a quedar “limpio” y apto para la creación de lagunas artificiales.

 

“En Mar del Plata, la planta de tratamiento es de 100 metros cúbicos, pero cuando llegamos funcionaba al 60%. Hoy sí está procesando 100, aunque nosotros ya colocamos una planta móvil, de características similares a la que está operando, y ahora estamos operando 140, 150 de máxima, y vamos a ampliar toda la capacidad de tratamiento a 300. Destaco esto para que se tenga una idea de dónde arrancamos, a dónde llegamos y a dónde queremos ir”, explicó Leonardo Maceiras, gerente de Operaciones.

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