Comedores escolares: el Centro Mandela asegura que las raciones son insuficientes

Comedores escolares: el Centro Mandela asegura que las raciones son insuficientes

“Los niños / adolescentes malcomidos están mal constituidos desde el punto de vista biológico, mental y emocional. Están modificados. Es frecuente advertir en ellos depresión, estrés y ansiedad, que habitualmente se canalizan por la violencia y las agresiones. Por mal comidos, muchas veces se exteriorizan abúlicos, desinteresados y decepcionados”. La advertencia es parte de un documento del Centro de Estudios Nelson Mandela que da cuenta de la insuficiencia nutricional de las raciones diarias que el Estado asigna a los comedores escolares.

Así, el valor de la ración diaria por alumno sería de 3,19 pesos, según datos del Ministerio de Educación del Chaco, aunque un almuerzo nutritivo, que proporcione las calorías necesarias e indispensables para los alumnos, supone un valor básico de 14 pesos promedio por persona para chicos de 7 a 14 años, según la oenegé.

Según un informe del Centro Mandela, existe una brecha negativa de 11,20 pesos entre almuerzo nutritivo, que proporcione las calorías necesarias e indispensables, y la ración que se ofrece en los comedores escolares.

“Frente a la pésima situación nutricional de muchos alumnos, que afectan o retardan la constitución de la salud neurológica y orgánica de los mismos, se implementó el Programa de Comedores Escolares y Refrigerio en los establecimientos educativos del sistema público, a cargo de la Subsecretaría de Políticas Socio-educativas del Ministerio de Educación del gobierno chaqueño”, repasa el documento.

Luego, menciona que los niños de 7 a 10 años necesitan comer a valor de 2.000 calorías diarias, mientras que desde los 11 a 14 requieren 2.500 calorías. Las mismas, para ser equilibradas y saludables, según las reglas dietéticas ortodoxas deben estar compuestas un 50 % de hidratos de carbono ricos en fibra, un 35 % de lípidos (grasas) y un 15 % de proteínas (carnes, pescado, marisco, clara de huevo, lácteos, frutas, verduras, hortalizas y legumbres). Las dietas menos ortodoxas reducen la proporción de hidratos de carbono al 40%, los lípidos al 30% y elevan las proteínas al 30%, que es la postura nutricionista más saludable para promover la salud y prevenir las enfermedades, que es la clave de la atención primaria de la salud, sistema que lamentablemente no se implementa en Chaco.

“Pibes ultra racionados”

En todos los casos afirma el texto difundido por la entidad las raciones se entregan por falta o insuficiencia de comida, en distintos grados de carencia o inseguridad alimentaria. Siempre sobresale el hambre y la falta o escasez de comida diaria.

Luego explica que una “ración alimenticia” es la cantidad que debemos consumir habitualmente de un determinado alimento, lo que no implica el consumo estricto de nutrientes. Para que la alimentación sea cualitativamente equilibrada se debe tomar un determinado número de “raciones” de cada grupo de alimentos, por lo que cantidad y calidad deben ir de la mano.

El segmento poblacional de niños escolarizados es el que debe estar asistido alimentariamente por el Programa de Comedores Escolares. Por las primeras informaciones publicadas por el Ministerio de Educación a principios de año, serían 225.169 el total de alumnos de hasta 14 años que el Programa de Comedores asistiría para cubrir sus necesidades alimentarias. Sin embargo, al mes de junio la “ración” habría sido elevada a $2,80 por alumno. En ese orden, el Centro Mandela advierte que ese monto “naturalmente no permite la elaboración de un almuerzo equilibrado y nutritivo, sino que simplemente sirve para llenar la panza, según las tasas de metabolismo promedios con las que se miden las actividades de los alumnos, comprendiendo las ligeras a moderadas y los períodos de descanso”.

Impacto inflacionario

En otro punto del informe de la entidad que conduce Rolando Núñez se menciona que “el valor de la ración a mayo de 2013 era de $1,50, que a junio del mismo año se incrementó a $2,50, montos absolutamente insuficientes tomándose en cuenta el fuerte impacto del proceso inflacionario acumulado durante todo el año 2013, principalmente en los precios de los alimentos, que son los productos cuyos precios se encarecieron más que otros”.

Así, un almuerzo nutritivo supone un valor básico de 14 pesos promedio por persona para chicos de 7 a 14 años, tomándose en cuenta los precios de las mercaderías en plaza al mes de junio, para que contengan hidratos de carbono, lípidos y proteínas en la proporción que garantice una ingesta balanceada y nutritiva. “Sin embargo, los primeros datos recabados revelan que los almuerzos y refrigerios que se brindan en los establecimientos escolares del sistema de educación pública inexorablemente conducen a niños y adolescentes a estadios de mal nutrición, desnutrición y anemia”, resalta.

En ese orden, describe: “Los pibes son los petisos y gordos de la pobreza, justamente porque comen harina, grasa y los restantes hidratos de carbono. La inmensa mayoría de estos chicos, en la adultez, adolecerán de déficits o subdesarrollos neurológicos, mientras que en el plano de la salud orgánica presentarán complejas patologías óseas, en musculaturas y nerviaturas, de manera que no tendrán aptitudes suficientes para desempeñarse en tareas intelectuales y en trabajos pesados”. Así, advierte que “serán los inútiles del futuro inmediato, descartables o sobrantes”.

Crítico nivel de educación

En otro punto, el Centro Mandela sostiene que el escaso valor económico de la “ración” no cubre las necesidades alimentarias de los chicos, exponiéndolos a las enfermedades y explica -al mismo tiempo- el escaso nivel de atención, concentración y memoria que impide o dificulta el necesario aprendizaje de los alumnos medido con los indicadores de calidad educativa. “Esto también explica el crítico nivel de educación que predomina en Chaco. Quizás no se entendió o no se reconoció que el primer factor educativo es la comida. Todo indica que no se ha comprendido que la comida es el correlato de la salud y de la prevención de las enfermedades. Tampoco se entendió que la salud es el correlato de la vida. Este esquema permite comprender el actual cuadro socio-educativo y sanitario negativo que victimiza a amplios sectores sociales, especialmente a los niveles de mayor vulnerabilidad (niños y adolescentes), que están malcomidos” subraya.

Los últimos anuncios

Da cuenta finalmente de las cifras oficiales, repasadas recientemente por el Ministerio de Educación de la provincia tras las denuncias del programa Periodismo Para Todos que conduce Jorge Lanata. Según esos datos, son 1750 las escuelas con comedores, que asisten alimentariamente a 235.000 alumnos, con una inversión total cercana a los 135 millones de pesos en el marco del Plan Nacional de Seguridad Alimentaria para alumnos de 4 a 13 años.

“Insólitamente publicitaron que los pibes comen menúes variados y ricos nutricionalmente. Esta información corrobora todas las críticas que se vienen concentrando contra los comedores escolares. La gacetilla de prensa del Ministerio de Educación es prácticamente una confesión de que efectivamente a los chicos se les ‘llenan la panza’ con hidratos de carbono, o sea que no consumen una alimentación equilibrada y nutritiva. Esto es fácil de advertir desde la propia publicación del Ministerio porque reconocen que el valor de la ración diaria por alumno sería de 3,19 pesos, que surge de dividir la inversión anual anunciada (135 millones) por el total de alumnos que concurren a los comedores escolares (235.000), tomándose en cuenta 180 días de clase”, indica el documento.

En el párrafo siguiente agrega, al respecto que “si se dedujeran los insumos no comestibles y los restantes gastos de elaboración de la comida, queda en claro que el valor real del alimento que los pibes diariamente llevan a la boca vale o cuesta 2,80 pesos, lo que ratifica publicaciones anteriores que en tal sentido realizó el Ministerio de Educación”. “En definitiva, es extrema la brecha entre el valor real (14 pesos) de un almuerzo que contenga las calorías que necesitan ingerir los alumnos por día confrontado con la comida que se entrega en los comedores escolares. Concretamente, la brecha negativa se valoriza en 11,20 pesos, que significa que diariamente los chicos solamente ingieren en el almuerzo el 20% de las calorías que necesitan, suponiendo que están sanos y bien nutridos”, concluye.

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