El gobierno porteño inaugurará las tres nuevas estaciones de la Línea E el próximo 3 de junio. La esperada apertura de Retiro, Catalinas Norte y Correo Central llegará una semana después del estreno oficial del Paseo del Bajo, la obra más emblemática de la gestión larretista.

 

Hoy el jefe de gobierno porteño recorrió la autopista ribereña junto a un grupo de vecinos y mañana, tal como sucedió con la inauguración de la avenida Corrientes o de la renovada estación Barrancas de Belgrano del tren Mitre, habrá actividades como una feria gastronómica y recitales.

 

La línea E tiene el peor desempeño de toda la red porteña y para poder abrir las nuevas estaciones fue necesario agregar más potencia al sistema, agregar formaciones y construir el taller de Lacarra para reparar los trenes con mayor rapidez. Además de la renovación de vías que tenían más de 50 años.

 

El anterior taller estaba ubicado después de la estación Catedral y el espacio se utilizó para continuar la línea hacia Retiro y por eso para realizar arreglar los trenes es necesario llevarlos a los talleres de la Línea A.

 

Según explicaron a LPO en sus orígenes la Línea E fue pensada al revés, debería haber llegado primero a Retiro para tener más densidad de pasajeros. Según los cálculos del gobierno con la ampliación la E sumará más de 60 mil pasajeros diarios.

 

El ramal que une Plaza de los Virreyes con Catedral es uno de los que más de quejas de usuarios acumula. Tiene los coches y estaciones más viejas y mayor espera entre un tren y otro, especialmente en verano cuando funciona con horario estival.

Sin embargo con la apertura de las nuevas estaciones la frecuencia será de cuatro minutos y medio en hora pico. Para ello circularán en simultáneo 12 coches de los 21 que tendrá la Línea E para finales de año.

"Cuando se inauguren las tres nuevas estaciones de la E la red va a tener 4 kilómetros de más pero se va a mantener la frecuencia", explicó el titular del Ministerio de Desarrollo Urbano, Franco Moccia.