Así lo aseguraron las familias que llevan adelante dichas causas y explicaron que “la justicia se mueve lentamente en esta región”.

Causas

Tras nueve días del asesinato del comerciante en el Mercadito, donde un ciudadano paraguayo disparó al menos cinco veces contra el hombre, se continúan las diligencias para encontrar al sospechoso que habría escapado hacia el vecino país. Desde la Justicia formoseña se informó que aún no se dio con el paradero del homicida y que sólo se logró detener a la esposa del sospechoso. Esta situación pone en jaque el rol de la justicia formoseña, ya que –según familiares de víctimas fatales- es “muy lenta”.

Uno de ellos es el caso de los hermanitos Korscik, donde dos niños –de 2 y 3 años- murieron en un accidente de tránsito en abril de 2011, tras ser atropellados por un auto que iba a gran velocidad. Tiempo atrás, Gabriela Pereyra –tía de los niños- aseguró que la causa “sigue en la misma situación, no hay nada. El asesino, sigue en libertad porque no está preso y encima tiene dictada una falta de mérito. Es decir que –Martín Taffetani- no está siendo investigado pero tampoco se lo dejó de lado de la causa, por ahora sigue libre aunque imputado”.

Otro caso –que sigue sin ningún tipo de novedades- es la del remisero asesinado en agosto del 2010, en las calles Salta -entre Pueyrredón y Vélez Sarsfield- del barrio Mariano Moreno. La víctima - Daniel Rolando Barnluj- de unos 50 años murió desangrado al recibir unas 19 puñaladas, pero si bien hubo tres detenidos –de entre 22 y 30 años- nunca se volvió a tener noticias sobre el avance del caso, según conocidos del occiso.

Otro caso que –hasta la fecha- obtuvo pocas respuestas fue el de la anciana de 64 que fue asesinada de un disparo en la cabeza en uno de los departamentos del barrio Guadalupe, por el que sólo hubo un hombre detenido pero que la parte judicial no registró un gran avance. Si bien, se detuvo al presunto autor, el caso –como tantos otros- no tuvo mayor avance en la justicia por lo que quedó “estancado” en el tiempo.

Pedidos

Familiares y amigos de las víctimas piden justicia y exigen a las autoridades que aceleren los pasos para obtener una respuesta más inmediata. “Es un verdadero calvario esperar las respuestas que precisamos. Sólo queremos justicia pero acá es muy lento el trámite que hay que hacer” explicaban. Y añadieron que “la policía muchas veces no hace nada por detener a los sospechosos o los sueltan enseguida. Pero cuando ellos logran dar con los sospechosos, la que no avanza es la justicia, porque el caso queda detenido en el tiempo y no se dictan sentencias”.

En menos de un año hubo varios casos de muerte dudosa, donde distintas familias coincidieron en que los mismos no registraron mayores progresos en el aspecto jurídico.

Tal es el caso de Juampi Ayala –de 18 años- quien –en julio de 2011- había sido atendido por un cuadro de apendicitis en la Clínica del Angelo, pero días después tuvo cuadro de fiebre y una semana después tras una segunda intervención que lo habría llevado a la muerte. Hasta la fecha, siguen exigiendo justicia y respuestas a través de marchas y manifestaciones. pacíficas.