Peceto, matambre, lomo y asado son los cortes vacunos que ya desaparecieron de muchas carnicerías de la Ciudad a raíz de que son los más utilizados para elaborar los tradicionales platos de las fiestas de Navidad y Fin de Año. Desde la Sociedad de Carniceros se reconoce que en muchos comercios hubo que aplicar un considerable aumento para poder satisfacer la demanda de los clientes; así por ejemplo un kilo de peceto que hasta hace unas semanas rondaba los $ 90 el kilo ahora cuesta $ 120. Hace tres semanas Laura, que vive en la zona de 12 y 59, vio carteles en la carnicería de su barrio que informaban a los clientes que sólo se tomarían pedidos de mercadería hasta hoy. Sin embargo, la vecina concurrió ayer al local a encargar un par de pecetos y en el comercio le advirtieron que ya no era “seguro” que pudieran efectuar la reserva. “Pese al aumento, la gente no deja de comer carne, nosotros tenemos la misma cantidad de pedidos que el año pasado”, asegura Emir Porro, titular de la Sociedad de Carniceros de la Región. De acuerdo a un relevamiento realizado por EL DIA en diferentes carnicerías de la Región, no fueron pocos los platenses que anticiparon sus pedidos para evitar el pago de sobreprecios o correr el riesgo de no conseguir cortes como colita de cuadril, peceto, matambre, lomo, asado y vacío, piezas que descansan en freezers hogareños hasta que se conviertan en vitel toné o en cualquier otro plato elaborado. “Ya desde fines de la semana pasada no tomo pedidos de los cortes que más se llevan para las fiestas; por ejemplo matambre y peceto no tengo más hasta los primeros días de enero”, sostiene Diego, un carnicero de la zona de 17 y diagonal 73. Por eso más allá de valerse de lo que pueden sacar de las media reses, muchos carniceros tuvieron que comprar los cortes en cajas, algo que encarece el producto. Por caso, el costo de esos pecetos pasa a costar de $ 70 a $ 96 por kilo, a lo que el comerciante debe agregarle el margen de ganancia que ronda el 20 %. En esas carnicerías no hay escasez de mercadería, aunque los clientes deberán olvidarse de precios recientes y disponerse a pagar por ejemplo el kilo de asado a $ 100; el de lomo a $ 130 o el de matambre a $ 120. Quienes deben acotarse a un presupuesto más ajustado y haya elegido preparar algún plato que lleve pollo, lo conseguirán con precios variados que van de los $ 19 a $ 32 el kilo. “La diferencia de precios está dada por la calidad del producto, cuando se compra un pollo congelado que es más barato, uno nota cuando lo cocina que gran parte de su peso es agua”, señala Porro. LA CARNE AUMENTO UN 50% Según se reconoce en el sector, la carne vacuna aumentó en un año un 50%, suba que superó ampliamente el incremento promedio de los salarios de los trabajadores del ámbito privado, que según el INDEC fue de 32,7%. La Cámara de la Industria de la Carne (CICCRA) hizo foco en esta pérdida del poder de compra de los salarios, que fue bastante mayor en el caso de la carne de los bovinos. Por eso días atrás se informó que el poder adquisitivo de los sueldos se habría achicado un 11,3% en el caso de la carne vacuna, algo que llevó a aumentar el consumo de la carne de pollo, que sólo se retrajo 1,2 % o porcina, que bajó el 7,1 %. Más allá de todas estas cuestiones, en las carnicerías locales consultadas se mostraron satisfechos con el reciente incremento de ventas para las comidas de Nochebuena y Navidad y esperan que eso se reitere para fin de año.