Cáritas continúa con el proyecto de autoconstrucción de viviendas

Cáritas continúa con el proyecto de autoconstrucción de viviendas

Desde el año pasado se está llevando a cabo esta iniciativa de las cuatro iglesias de nuestra ciudad. En este sentido, se intenta brindar mejores condiciones de vida a personas que no tienen las posibilidades económicas para tener o ampliar su casa. Este proyecto sólo se puede llevar a cabo si es con la colaboración de los azuleños, por lo que está vigente la campaña de adherentes.

EL DATO

Una vez terminadas las viviendas se les entrega a las familias una imagen de la Virgen de la Sagrada Familia y se hace una bendición.

El año pasado se retomó un proyecto más que ambicioso. Cáritas Azul, en sus cuatro dependencias, trabajó durante muchos años en la autoconstrucción de viviendas a algunos de sus beneficiarios.

Familias de nuestra ciudad pudieron concretar el sueño de tener su vivienda o poder mejorar las comodidades de sus casas. Esto se puede concretar gracias a la colaboración de la comunidad pero también al incansable trabajo de un grupo de personas que tienen muy presentes el concepto de solidaridad.

Este proyecto comenzó en el año 2001, cuando desde Cáritas comenzaron a trabajar con la entrega de mercadería en las viviendas. Allí se dieron cuenta que muchas familias de nuestra ciudad estaban en condiciones de vulnerabilidad y la casa era un reflejo de esa acuciante realidad.

De este modo “familias muy numerosas vivían en viviendas con escasas comodidades y así surgió este proyecto como una necesidad imperiosa de poder colaborar con ellas”, destacó Daniel Gennuso, integrante de Cáritas quien, en compañía de Silvia Minvielle y Adriana Covatti, dialogó con EL TIEMPO.

En este sentido, también expresó que los párrocos de nuestra ciudad colaboraron desde el primer momento. Entonces, decidieron conformar Cáritas Autoconstrucción Azul con la idea de formar un grupo interdisciplinario de personas con la idea de brindar una ayuda integral a estas familias.

Así, comenzaron “a trabajar personas de distintas profesiones y otras que solventaban la parte económica”. En sucesivas charlas se dieron cuenta que las personas valoran más las cosas cuando empeñan su propio esfuerzo “porque nosotros, junto con la ayuda de la comunidad, donamos los materiales y la dirección de la obra. Pero son las mismas familias los que se arremangan y levantan las paredes”.

Para este grupo esto es más que importante que la mano de obra sea de la familia “y si no saben cómo hacerlo desde nuestro grupo se asesora y alguien siempre colabora. Realmente, se terminaron algunas casas y pudimos ver que la gente se comprometía con la idea de tener su propio espacio, que sea cómodo”.

Toda colaboración es importante

En cuanto al proyecto en sí mismo, Covatti destacó que se implementas distintas campañas para poder comprar los materiales que se necesitan para cada una de las viviendas. En un principio, cuando se retomó esta iniciativa se lanzó la campaña del ladrillo los azuleños colaboraron favorablemente.

Actualmente, a raíz de la crisis económica y social por la cual se encuentra el país los costos son aún mayores y a partir del año pasado “estamos trabajando con el sistema de débito directo” lo que les permite planificar los avances de obra “de otra manera, que al saber fehacientemente el ingreso mensual y llevar adelante las obras de otra manera”.

El débito puede ser de cuenta corriente, caja de ahorro y la misma cuenta sueldo y “pueden ser de 100 pesos o la cantidad que las personas estén dispuestas a donar. Todo aporte para nosotros es significativo”.

Hoy en día se necesita la colaboración de muchas personas de nuestra ciudad “porque los costos han ido aumentando y tendríamos que triplicar la cantidad de adherentes”. No obstante los azuleños responden “favorablemente y la gente es muy generosa”. Además los comercios “colaboran mucho haciéndonos descuentos importantes, esperándonos cuando no tenemos el dinero a tiempo”.

“Nosotros somos muy transparentes a la hora de rendir cuentas con lo que se hizo con el dinero, porque es de la comunidad. Entonces eso también se ve reflejado en la ayuda de la gente porque se ve materializado el dinero que donaron”, manifestó Gennuso.

Trabajo constante

Actualmente se está terminando una obra en una de las casas asistidas por Cáritas San Antonio. La propietaria es una madre de 10 hijos que está bajo tratamiento de quimioterapia “que vivía en una vivienda muy precaria. Entonces está terminando un dormitorio, se realizó un baño interno y se abrieron las ventanas a la planta ya existente”, dijo Minvielle.

Como esta vivienda ya está en proceso de ser terminada “estamos proyectando ayudar una madre viuda con tres hijos. Allí vamos a poder hacer su casa para que tenga todas las comodidades con sus instalaciones de luz, agua y gas; teniendo esto de algún modo resuelto, pueden proyectar otras cosas para su vida”.

En tanto Gennuso expresó que “las necesidades se ven cuando uno sale a la calle. Desde Cáritas tomamos la posta que nos dio el Papa Francisco que dice que si no salimos a la calle no lo vemos y esta es la única forma de solucionar. Esta es una forma de ayudar, pero también nos ayuda a nosotros a crecer como personas, es muy gratificante ver los resultados”.

El grupo tiene un espacio en Facebook “Cáritas vivienda Azul”, donde se pueden ver las casas que se vienen haciendo, así como los avances y compartir la información para difundir la iniciativa.

A los que deseen colaborar deben llamar a algunos de estos teléfonos o acercarse a cualquiera de las secretarías parroquiales de Azul: Adriana: 15418496, Ani: 15592932, Gustavo: 432941, Lucrecia: 493534, Silvia: 15669624, Daniel: 15400210 y Elda 15493464.

CONSTRUCCIÓN DE DIGNIDAD

Gennuso expresó que para ellos esto no es mero asistencialismo sino que las familias ponen su esfuerzo en poder terminar sus casas. “Estamos convencidos de que cada familia descubre la dignidad de tener su vivienda y que fue realizada gracias a su esfuerzo”, indicó.

A modo de ejemplo citó que “cuando visitamos a las familias viviendo en sus casas notamos que había un cambio importante en ellos, un crecimiento”.

En este sentido, Covatti mencionó que si bien la comunidad los está ayudando “nosotros queremos inculcarles la cultura del trabajo, que sepan el esfuerzo que es tener una casa”. Esto genera un cambio en las personas muy significativo y a modo de ejemplo citó el caso de una joven que con su compañero que terminó su casa “y vio que todo era posible; entonces se decidió a terminar el secundario. Esto es muy gratificante porque vemos que hay un crecimiento en ellos”.

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