Finalmente hoy se tratará en el Concejo Deliberante de Avellaneda la modificación a la ordenanza fiscal y tarifaria, donde según trascendió el oficialista Frente para la Victoria impulsa un aumento de las tasas municipales de hasta un 40 por ciento. Así, el massista Armando Bertolotto adelantó que “de ninguna manera” lo acompañarán, al menos hasta que puedan introducir modificaciones.

“Nuestra propuesta será no aumentar algunos ítems y otros bajar hasta un 20 por ciento. Pero si el Frente para la Victoria no lo acepta y tiene los números, aprobarán el aumento que impulsan”, analizó el edil en diálogo con este medio.

De todos modos, aclaró: “Nos caracterizamos por ser un bloque de concejales que estudian los temas, analizamos, que no somos oposición por oposición y tenemos vocación de poder. Queremos ser gobierno el año que viene y por eso tenemos que cuidar las cuentas, sino el intendente de turno se puede excusar de no dar aumentos o que digan que ponemos palos en la rueda”.

Pero la previa estuvo más que cargada, sobre todo por las internas del massismo de Avellaneda. Es que el concejal Benicio Gutiérrez, había estimado que la bancada en la que se encuentra Bertolotto habría llegado a un acuerdo con el oficialismo para aprobar el expediente.

De todos modos el edil evitó referirse a cualquier rencilla y aclaró en reiteradas oportunidades que no hablaría de Gutiérrez. “No me interesa hablar de él”, se excusó. Sin embargo, sí se refirió a las candidaturas, tema que Gutiérrez había augurado que los encontraría en listas divididas el año próximo.

“Soy candidato a intendente. Nuestra lista sacó más de 50 mil votos y quien quiera seguir que siga. Contamos con el apoyo del EPI de Adrián Pérez, de Sergio (Massa), de la Coalición Cívica, Democracia Cristina y la Perón Vive”, recordó.

Además, reclamó: “Si pierdo las internas dentro de un marco de respeto e intercambio de ideas, esa misma noche me voy a poner codo a codo con el que ganó. Si la situación es al revés, espero exactamente lo mismo”.

Por último, Bertolotto jugó al enigmático al nombrar a su esposa, Mónica Litza, dirigente también del Frente Renovador y ex senadora provincial, aunque prefirió no brindar mayores precisiones sobre su futuro político. “Capaz que tiene una sorpresa dentro de poco”, lanzó, y sólo agregó que podría ser “en Avellaneda o Nación”.