Berisso: Nedela ante el desafío de una ciudad con 5.000 baches

Berisso: Nedela ante el desafío de una ciudad con 5.000 baches

Además, el 40% de las calles son de tierra y las definen como “prácticamente intransitables”

Los 70 millones de pesos que acaba de recibir el intendente de Berisso Jorge Nedela de parte del gobierno provincial servirán para tapar algunos de los 5.000 agujeros que hoy presenta la geografía urbana de ese distrito.

Esa es la cantidad de baches que, se estima, perforan el suelo berissense a un nivel que puede decirse que hay calles asfaltadas que son más difíciles de transitar que muchas de las que todavía son de tierra.

“Si, parece la Luna”, admite el titular de Obras Públicas berissense, Raúl Murgia, que en estos días no se despega de una pequeña calculadora con la que proyecta los alcances que puede darle al dinero recibido. El diagnóstico es severo y Murgia hace una estimación optimista: quizá el dinero le alcance para tapar unos 1.000 de los 5.000 agujeros -algunos con forma de cráter- que presentan las calles de Berisso y que son causa de numerosas molestias a los vecinos.

INTRANSITABLES

Molestias que van desde trenes delanteros y cubiertas destrozadas -en el caso de los automovilistas- y el padecimiento del barro y de los charcos enormes para los peatones.

Hay calles entre el primer y segundo anillo urbano de Berisso por donde una ambulancia apenas puede transitar a paso de hombre; calles a las que los taxistas se niegan a recorrer y que obligan a los vecinos andar prácticamente todo el año calzados con botas de goma o llevar al trabajo o a la escuela una bolsita con otro par de zapatos, como si fuera una rueda de auxilio.

En la descripción del plan berissense para arreglar las calles de esa Luna se cuenta que el 40% de las 2.100 calles que componen el mapa distrital son de tierra.

“Pero aquí hay un doble problema”, advierte Murgia, un histórico dirigente radical de los más cercanos al intendente Nedela. “El doble problema es que el 90% de las calles de tierra no son transitables y en las 1.200 que tienen asfalto hay, repartidos, 5.000 baches, algunos tan grandes que hacen que esas calles aun siendo de asfalto también sean prácticamente intransitables”.

El panorama “lunar” no respeta zonas. “Vas por Montevideo para Los Talas y al llegar a 30 querés volver por una de las calles a la derecha (para el otro lado está el monte y luego el río) y no tenés por donde andar, es todo baches y barro”. Murgia señala que el 70% de las calles pavimentadas necesita alguna forma de intervención, más allá de los 30.000 metros cuadrados de bacheo que reclaman a gritos. Y entre las urgencias surge otro dato: el 100%, la totalidad, de las calles berissenses que alguna vez fueron asfaltadas necesitan ahora un urgente tratamiento de juntas.

“Las juntas son esas uniones transversales y longitudinales que se hacen para permitir que el pavimento se mueva. Es decir: con el calor intenso del verano el pavimento se expande y con el frío del invierno se contrae. Las juntas están hechas de un relleno asfáltico que debe estar limpio. Si no lo está, cuando el pavimento se mueve, entonces se parte. Hay calles que prácticamente hay que hacerlas de nuevo”, señala el funcionario que explica que “ahí es cuando el suelo se afloja, se filtra el agua y aparece el bache y el barro”.

Un tomado de juntas de asfalto cuesta, calcula Murgia, unos $50 el metro. Berisso necesita hoy 460 mil metros lineales de juntas nuevas para enfrentar los movimientos que producirá el frío del invierno que viene, en el corto plazo, o del próximo verano.

Ante los cálculos de que cuestan las soluciones a las urgencias pareciera que los $70 millones de pesos recibidos se escapan como agua entre las manos. Murgia estima que en la actualidad construir una cuadra de asfalto está en el orden de $1.600.000 sin contar la obra hidráulica que debe hacerse para que la cuadra pavimentada no termine convirtiéndose en una enorme pileta o en un dique que ahogue a las calles vecinas.

Esos son los costos de estos días en que además, se debe tener en cuenta el aumento del costo de la mano de obra a partir del acuerdo paritario alcanzado por el gremio de la construcción, la UOCRA, que a partir del próximo mes incrementa los valores en un 22 por ciento con respecto a los actuales.

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