Basura para algunos, tesoro para otros: Adam Minter

Cuando la restricciones de cuarentena generaron el cierre de oficinas en todo Estados Unidos el mes pasado, una industria se vio especialmente afectada: los productores de papel higiénico.

 Justo cuando la demanda de los consumidores por su producto aumentó durante la cuarentena, perdieron acceso al papel de oficina reciclado barato que generalmente se usa para hacer rollos de papel higiénico. Por ende, algunos de los mayores fabricantes del mundo tuvieron que cambiar a pulpa obtenida directamente de los árboles, lo que agregó costos significativos y perjudicó el medio ambiente.Este pequeño ejemplo refleja la interrupción generalizada que el virus está causando en el negocio del reciclaje y, por lo tanto, en toda la economía. En comparación con la falta de capacidad de fabricación de tapabocas, el simple papel del contenedor de reciclaje podría no parecer esencial durante la pandemia de coronavirus. Pero, para muchas industrias críticas, como alimentos, envases y comercio electrónico, los productos reciclados son partes insustituibles de la cadena de suministro.El reciclaje ha desempeñado un rol económico importante a lo largo de la historia, por supuesto. Los antiguos romanos reciclaban los desechos de sus vertederos para utilizarlos en edificios. Las siderúrgicas estadounidenses importaban cientos de miles de toneladas de chatarra de acero desde Europa para sostener el auge ferroviario del siglo XIX. Durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de EE.UU. recurrió a campañas de chatarra para aliviar la escasez de materias primas.Hoy en día, el material reciclado forma parte integral de casi todos los aspectos de la economía del consumidor. Incluso dejando de lado los beneficios ambientales, las empresas prefieren dichos insumos porque ahorran dinero y energía. Cerca de 40% de las necesidades mundiales de materias primas ahora se suplen a través del reciclaje. Más de la mitad de todo el acero estadounidense está hecho a partir de chatarra, mientras que las latas de aluminio promedio contienen 73% de material reciclado. Los fabricantes, las fábricas de papel e incluso los fabricantes de vidrio dependen cada vez más de dicho contenido para poder crear productos baratos y confiables.Sin embargo, no todo el reciclaje es igual. Las latas, botellas y envases que se desechan en un hogar tienden a estar más sucios que los clasificados en sitios comerciales como oficinas, tiendas y restaurantes. También son más caros de recolectar (los camiones se detienen en cientos de hogares en lugar de en unas pocas empresas) y se clasifican en paquetes de grado básico. Es por eso que, antes del coronavirus, la generación comercial de reciclables representaba más de la mitad del mercado total de EE.UU.El problema es que durante la pandemia, muchas de esas fuentes comerciales no funcionan por las órdenes de cuarentena. Para empeorar las cosas, los programas de depósito de latas en los centros de reciclaje (muchos de los cuales se encuentran en supermercados) y otros agregadores comerciales están cerrados o redujeron significativamente las operaciones.El impacto ha sido inmediato. En tiempos normales, California recicla alrededor de 20 millones de latas al día. Ahora, esa cifra ha bajado en 80%, lo que dificulta a los fabricantes de latas fabricar nuevos productos a partir de su mezcla habitual de materias primas, incluso si la demanda de productos enlatados se ha disparado durante la pandemia. Un representante de Greif Inc., un importante fabricante de envases de EE.UU., señaló recientemente que la escasez de cartón está causando problemas “casi inimaginables” en la cadena de suministro de la compañía. A mediados de abril, Greif tuvo que subir los precios de los productos de cartón reciclado utilizados en el comercio electrónico, en parte debido al aumento del costo de la fibra reciclada.No hay soluciones fáciles en una crisis como esta. La pulpa de papel reciclado se produce a través de un proceso diferente al de la pulpa de papel virgen. Incluso cambiar entre diferentes tipos de reciclables es difícil. Por ahora, los fabricantes se están adaptando haciendo más uso de los reciclables domésticos, que se están generando en grandes volúmenes durante la cuarentena. Aunque estos son más caros y difíciles de procesar, es probable que sean más importantes que nunca para la economía.Además, esto debería ser un llamado de atención para todos los hogares. Rara vez ha sido más importante seguir las pautas emitidas por los programas locales de reciclaje. Los fabricantes de todo, desde botellas de plástico hasta cajas de envío, dependen cada vez más de que los hogares sean conscientes de lo que botan a la basura.Igualmente importante, los gobiernos a todos los niveles necesitan reconocer cuán económicamente esencial se ha convertido el reciclaje. Deberían redoblar sus esfuerzos para fomentar la práctica y garantizar que los programas locales estén bien financiados y sean administrados de manera segura. Especialmente durante una crisis, la basura de una persona es el tesoro de otra.

 

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