El Banco de Córdoba (Bancor) abrió una ronda con cámaras y entidades comerciales para reacomodar los planes de financiación con Tarjeta Cordobesa, frente a la obligación de exponer precios de contado y en cuotas.

Daniel Tillard, presidente de la entidad, consideró prioritario mantener “absolutamente vigentes” los planes con tres, seis y 20 cuotas, que cumplen con un rol central en las compras en supermercados, indumentaria y bienes durables, respectivamente.

 

En enero, las ventas con Cordobesa superaron en 33 por ciento a las verificadas en igual período de 2016, hasta alcanzar los 925 millones de pesos. En ese contexto apareció la nueva regulación nacional que, según fuentes del sector comercial, complicó la actividad.

 

“No se qué va a pasar con quienes trabajan con otras tarjetas de crédito, no sé cómo serán las cosas con Prisma y Visa; Cordobesa es una tarjeta que emite el propio banco”, dijo Tillard a La Voz para diferenciarse de otros plásticos.

“Salvo en planes muy cortos, me parece que la expresión ‘sin interés’ va a caer en desuso”, aseguró el ejecutivo.

Negociación

En el diálogo con el sector comercial se evalúan dos ejes: por un lado, los convenios marco que dan lugar a la recepción de la tarjeta y, por otro, la necesidad de que entre los comerciantes exista una comprensión sobre cómo funciona el sistema.

Bancor se sentó ayer con la Cámara de Comercio de Córdoba, que reúne a dos rubros sensibles: electrodomésticos y ferreterías.

Según el presidente de la entidad empresarial, Horacio Busso, se definió que continuarán los planes en cuotas y los préstamos para autos usados, ferretería y artículos para el hogar.

En cuanto a la tasa de interés, el banco provincial no definió números precisos, ya que por estos días analiza qué hace el resto de las entidades financieras. De todas maneras, se comprometió a mantener la competitividad de esos planes. Actualmente, aplica un 18 por ciento a los planes de 20 cuotas. Los comercios pidieron no elevar aspectos que hacen al costo financiero, como, por ejemplo, el mantenimiento de la tarjeta.

Por otro lado, la cámara le pidió a Bancor que les entregara a los comerciantes toda la información que la Nación exige que los comerciantes brinden al consumidor.

Al comunicar la oferta, el comerciante debe discriminar el precio de contado del valor financiado y hacer visible el costo financiero total (CFT). A veces, el negocio no tiene esa información.

En cuanto a los convenios marco con cada sector, explicó que no es igual el contrato que se aplica con los supermercados que en la venta de indumentaria o de electrodomésticos.

En esa línea, Tillard remarcó: “Necesitamos compatibilizar cómo armar los precios al público para integrarnos, porque yo creo que cuando el sistema que impulsa la Nación funcione a pleno y se pueda visualizar un precio de contado y otro financiado, será bueno para el consumidor, porque podrá hacer una comparación mucho más fundamentada”.

Con el nuevo esquema, a los comercios les preocupa la incidencia en los costos de ventas. “Las cuotas están cargadas de comisiones y seguros, además de los intereses. Si no hay un cambio donde todos aportemos algo, no queda otra que explicarle a la sociedad cómo se estructura esa financiación”, dijo un dirigente sectorial.