Un hombre de 69 años recibió esta noche un disparo de arma de fuego al intentar evitar el ingreso de dos delincuentes a su vivienda del barrio El Quinto. La víctima sufrió al menos un disparo que dio en su cabeza y además recibió un culatazo cerca de la nunca.

El hecho sucedió en Santa Rosalía al 900. En la casa se encontraba Rubén con un hermano que tiene una pierna amputada. Cerca de las 19, escuchó ruidos extraños en el fondo y al salir de la vivienda se encontró con dos sujetos armados que pretendían ingresar a la casa con fines de robos.

Según pudo saber EL CIVISMO Digital, Rubén se resistió hasta lograr impedir que los asaltantes concretaran el ilícito. Pero el costo fue muy alto. La bala, de acuerdo a información extraoficial, entró y salió de la cabeza aunque no habría causado daños que pongan en peligro la vida.

Una vecina que lo acompañó hasta el Hospital Municipal contó que al hombre le hicieron "una entradera" por el patio de su propiedad. "Se resistió y le pegaron un tiro y un culatazo en la cabeza. Por suerte, está lucido", dijo y agregó que desde su casa "se escuchó el tiro y cuando voy a entrar el auto que lo tenía en la calle, una vecina me dijo: "Le pegaron un tiro a Rubén".  Voy a la casa y lo encuentro todo ensangrentado. Tiene un orificio en la cabeza y todo raspado en la nunca".

El domicilio donde sucedió el hecho queda a metros de un conglomerado de precarias viviendas habitadas varias de ellas por menores y jóvenes con problemas con la ley. Dos fueron detenidos hace algunas semanas.  Vecinos refirieron que los autores de este episodio serían del barrio, no descartándose que el vecino los haya reconocido. 

Una ambulancia de una empresa privada de medicina trasladó a Rubén al Hospital. Mientras era socorrido, en la esquina de Santa Rosalía y Larrañaga un grupo de jóvenes que suelen estar consumiendo bebidas alcohólicas en la puerta de un almacén prácticamente a toda hora del día, no sólo no mostraron signos de preocupación o un gesto mínimo de solidaridad ante la gravedad del suceso que acababa de ocurrir a pocos metros de allí. Por el contrario, celebraban lo que había pasado, dijo una vecina a la que vaciaron la casa hace solo unos meses.