La convocatoria realizada por la Agrupación Folklórica “Lazos de Amistad”, junto con IMEFAA y AFS Intercambios Culturales, con la posterior adhesión de Bomberos Voluntarios que acercó donaciones que había recibido para ayudar a damnificados de Córdoba, completó en el lapso de una semana el chasis de un camión que partió en la noche del viernes 27 de marzo desde nuestra ciudad con destino a Tucumán. El Jardín de la República se vio afectado a comienzos de marzo por lluvias torrenciales que provocaron el desborde de ríos y canales, dejando prácticamente aislada la provincia, con la caída de nueve puentes y la evacuación de poblaciones completas.

La unidad de transporte con las donaciones realizadas por la comunidad, fue cedida por la Municipalidad de Crespo y trasladó unos tres mil kilos de ropa, previamente clasificada por sexo y grupos de edades, calzado, agua, lavandina, papel higiénico, jabón en polvo, espirales y alimentos no perecederos; llegando a destino el sábado después de mediodía.

Mediante contacto a través de la sede Crespo de AFS con la su par de la localidad tucumana de San Miguel, cuyos voluntarios asisten a las familias afectadas y trabajan permanente en la zona, se detectaron dos poblados ubicados cerca de Concepción, con muchas necesidades: El Molino y Alpachiri. El traslado de las donaciones estuvo a cargo de Sergio Gottig (chofer), Roberto Villalba en representación de Bomberos Voluntarios y Gabriel Giménez por AFS.

En declaraciones a Paralelo 32, Gabriel Giménez comentó que “antes de salir nos contactamos con los voluntarios que trabajan continuamente en la zona que es bastante pobre y habitualmente se ve afectada por este tipo de fenómenos climáticos. Por lo que detectamos esto les pasa  muy seguido y no se toman demasiadas medidas para resolver la situación” – comentó. Giménez dijo que “estas poblaciones reciben mucha ayuda, pero nunca es suficiente porque no están dadas las condiciones para solucionar el problema de fondo que las afecta”.

Comentó que en ambos lugares se distribuyó gran cantidad de ropa, que constituyó el grueso de las donaciones recibidas durante la campaña; como así también todas las botellas y bidones con agua mineral que se había llevado, que no fue mucha cantidad la que se reunió, al igual que los alimentos, las dos principales demandas de los afectados por las inundaciones.

El cuadro observado por los crespenses es doloroso, encontraron familias cuyas casas quedaron sumidas en el barro y sin embargo siguen habitándolas. “No tienen adonde ir, tampoco les dieron demasiadas soluciones. Se ve que están bastante acostumbrados y sobrellevan con normalidad lo que sufren” –señaló el representante de AFS. En los lugares visitados pudieron observar la cantidad de árboles caídos como consecuencia del temporal y la marca de agua, a alturas impensadas en el interior de las viviendas.

“Lo primero que buscaban era comida. Es una zona pobre y necesitan eso todo el año. No sé cuál es la situación cotidiana –agregó el entrevistado- pero no hay agua potable. Bajar los bidones de agua era un conflicto porque donde se veía uno estaba el montón de gente, esperando y viendo cómo distribuirlo”. También se entregó todo el calzado en estas dos poblaciones y el resto de las donaciones, casi la mitad, fueron trasladadas a un Centro de Distribución de un artista tucumano que trabaja durante todo el año asistiendo a los necesitados. “El se encargará de repartir en la zona a quien más lo necesite. Este Centro –comentó Giménez- trabaja permanentemente y conoce bien las necesidades de la gente, porque recibe muchas donaciones”.

A los voluntarios crespenses les llamó la atención cómo llegaban vehículos hasta estas poblaciones con distintos elementos para asistirlos. “Iban a dejar las donaciones, donde se paraba un vehículo se iba avisando y casi de inmediato se arrimaba gente. Algunos a curiosear y otros, la gran mayoría, por necesidad” -afirmó.

El entrevistado dijo haber recibido un shock al observar el cuadro de situación y realidad de estos lugares. “Sobre todo –opinó- pensar que habitualmente viven en esas condiciones. No tienen trabajo estable, con los que hablé solo se desenvuelven en changas o empleos temporarios”.