La coordinadora provincial del Programa de Mejoramiento Barrial (Promeba),María Ester Pérez, se refirió a la implementación de esta operatoria en Jujuy, que tiene por objetivo reducir el nivel de hacinamiento y de riesgo ambiental, a la vez que mejora las condiciones sanitarias de la población. Atento a los resultados satisfactorios obtenidos de este programa, el Gobierno de la Provincia encamina gestiones para la instrumentación de la cuarta etapa.

En la actualidad, se encuentra en plena vigencia en la provincia el Promeba III que busca el mejoramiento integral del hábitat de la población que reside en villas y asentamientos irregulares, buscando enfrentar situaciones de vulnerabilidad.

Este programa se financia con los recursos de una línea de crédito (Cclip) aprobada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Al respecto, Pérez indicó que “este es un programa integral que trabaja todas las necesidades de un barrio, en lo que respecta a infraestructura pública y a servicios. Además, se brinda capacitación a la gente en lo que es fortalecimiento de los centros vecinales, las relaciones humanas entre ellos mismos e incluso se trabaja con el área ambiental”.

Se desarrolla no solo en capital sino también en el interior de la provincia. La planificación de la gestión incluye la participación de otros organismos del Estado, instituciones, empresas, organizaciones comunitarias y los pobladores de los barrios.

Actualmente “se están concluyendo trabajos en San Pedro y en Rinconada con la planta de tratamiento de líquidos cloacales, debido a los problemas ambientales que había en la zona”, y se concluyeron trabajos en Abra Pampa, Libertador General San Martín, Perico y San Salvador de Jujuy.

 

“Se dio inicio a las tratativas entre la Nación y el BID para la cuarta etapa del Promeba, lo cual es un proyecto importante para la provincia porque abarca toda el área de loteo de las 150 hectáreas de Alto Comedero”. Finalmente, puso énfasis en lo beneficioso que es el programa para las poblaciones más necesitadas y consideró que “es un trabajo que la gente viene hace mucho tiempo tratando de tenerlo, no solo porque se les hace toda la infraestructura y se les paga el derecho de conexión, sino porque se trabaja con ellos mucho tiempo, con equipos interdisciplinarios. Son programas de inclusión social”.