Aumentó un 84% la inclusión de chicos con discapacidad

Aumentó un 84% la inclusión de chicos con discapacidad

El avance se produjo en un período de seis años. Un cambio cultural que entraña un importante desafío.

 

En un período de seis años (entre 2011 y 2017), la cantidad de chicos con discapacidad que están cursando en las escuelas comunes de Santa Fe aumentó un 84%, lo que significa un avance en favor de los derechos de niños y adolescentes con discapacidad.

En 2011, había 3.738 alumnos y se pasó a 6.887 en el 2017, lo cual representa una cifra de 3.139 estudiantes más que transitan una trayectoria educativa integrada con las propuestas curriculares de la educación común.

En total, en la provincia hay 20.095 alumnos con discapacidad que están en el sistema educativo tanto público como privado, cuyas trayectorias educativas son acompañadas por la escuela especial, sea que cursen en la sede de esa institución o estén integrados en escuelas comunes.

“Son números alentadores que dan cuenta de que nuestros tres grandes lineamientos de política educativa -inclusión, calidad y la escuela como institución social- se van visibilizando. Como sostenemos siempre, los cambios en educación son a largo plazo y como resultado de un proceso”, consideró la ministra de Educación, Claudia Balagué.

“En la Educación Especial, consideramos el potencial de cada niño y cada joven, y configuramos trayectorias educativas integrales y reales, para abrir las perspectivas de los proyectos de vida de los chicos con discapacidad”, valoró la ministra.

Cambio de mirada

La Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad (aprobada en el 2006 y con jerarquía constitucional a partir del 2014) y la Ley de Educación Nacional brindaron el marco legal para que el gobierno provincial avanzara en el sentido de instituir un sistema educativo inclusivo.

“Esa Convención marcó un hito histórico en cuanto a los derechos de las personas con discapacidad en educación. A partir de ahí todas las acciones y políticas públicas que llevan adelante los Estados deben estar pensadas para garantizar ese derecho”, aportó Marcela Covarrubias, directora provincial de Educación Especial.

La funcionaria agregó que “es un cambio de paradigma en relación a la discapacidad porque lo que define la Convención es que no se considera más a la discapacidad como un déficit, sino que el foco se pone en las ‘barreras’ que no están permitiendo la participación y el aprendizaje de las personas con discapacidad. Se habla de la accesibilidad no solamente física, sino académica, institucional, actitudinal, y se establece otra serie de conceptos que tienen que ver con cómo hacer posible esa educación en cuanto a los ‘ajustes razonables’ y las ‘configuraciones de apoyo’”.

>> 20.095 alumnos con discapacidad cursan en la provincia.

>> 6.887 chicos lo hacen en escuelas comunes.

“No fue fácil”

Fabiana Ramos es directora de la Escuela Especial Nº 2055 de la localidad de Arroyo Seco, institución que desde hace 20 años transita el camino de la inclusión educativa de los alumnos en las escuelas comunes. “No fue fácil; se necesitó de mucho trabajo interinstitucional, compromiso y convicción. Defender el derecho de nuestros alumnos requirió muchas veces enfrentarnos a situaciones de conflicto no deseadas, pero cuando en una escuela no se pudo, se intentó en otra”, destacó.

Para Ramos, “en los últimos años y gracias a las políticas educativas provinciales y a la normativa nacional y provincial, se ha generado un cambio muy significativo al interior de las escuelas comunes de los distintos niveles. Hoy, las escuelas tienen la obligación y los alumnos el derecho a la educación, desterrando de esta manera el concepto de que la escuela común ‘presta’ o ‘cede’ un lugar a los alumnos con discapacidad”.

Secundaria

La escuela primaria tiene un largo trayecto en inclusión de chicos con discapacidad, pero para el nivel secundario el reto es más nuevo.

La supervisora de Educación Especial Región VI, Nancy Ciarello, adujo:“Hace pocos años que empezamos el trabajo en las escuelas secundarias y vemos que el desafío de encontrarse con lo diverso, de cambiar el paradigma, hace que aparezcan miedos hacia adentro de las instituciones. No obstante, los tiempos históricos son diferentes: cuando se empezó en primaria nadie hablaba de inclusión de chicos con discapacidad; hoy, el nivel medio ya tiene todo el background del camino recorrido por la primaria”.

Los docentes de la modalidad aseguran que el cambio de mirada no es sencillo de lograr. “Si bien hay mayor divulgación de los derechos de las personas con discapacidad, se hace difícil visualizar una cultura inclusiva en las escuelas comunes debido al peso del paradigma y al contrato fundacional para las que fueron creadas”, sostuvieron Andrea Bermúdez, Alejandro García y Carla Sciarini, integrantes del equipo directivo de la Escuela Especial Nº 2049 Antonio Berni, de Rosario.

Por eso, los educadores de la modalidad Especial consideran necesario el trabajo colaborativo entre personas e instituciones, para aunar esfuerzos en pos del cambio del paradigma educacional, donde todos los estamentos del sistema educativo generen espacios para reflexionar y líneas de acción que den repuesta a esta problemática. “Hay que tener en cuenta que hoy tenemos un importante marco normativo en nuestra provincia y que los ejes de la política educativa actual son claros”, valoraron.

Para finalizar, Covarrubias sostuvo que “los caminos concretos por avanzar tienen que ver con una mayor capacitación que permita reflexionar sobre las propias prácticas educativas y sobre el trabajo institucional. Pero si uno piensa lo que pasaba tan sólo hace 20 años atrás, no nos podíamos imaginar el avance que tenemos hoy”.

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