Los diputados convirtieron en ley el proyecto que declara la emergencia pública ambiental en la Cuenca del Morro y su zona de influencia por un período de cinco años. La iniciativa, que ya había obtenido el visto bueno de todos los senadores, logró el apoyo de casi toda la Cámara baja en la sesión del miércoles a la tarde y habilitó al Ejecutivo para tomar medidas que detengan la erosión generada por los nuevos cauces,  llevar adelante un plan de obras de infraestructura y de seguimiento del estado del suelo y controlar el cultivo en los predios de la zona. También obligará a los dueños de terrenos cercanos a la cuenca a forestar por lo menos el cinco por ciento de sus predios.

La flamante legislación apunta a frenar la desertificación de los terrenos en el Departamento Pedernera, ya que la aparición de un nuevo río y sus afluentes provocaron desbordes en explotaciones agrícolas, acceso viales e incluso en algunos barrios de Villa Mercedes. El documento fue presentado por el Gobierno, que en conjunto con especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) elaboró un informe que detalla la degradación de la zona cercana a El Morro. Y el martes, el ministro de Medio Ambiente, Campo y Producción, Cristian Moleker, visitó a los legisladores para explicarles los alcances de la normativa.

"Estos nuevos cauces de la cuenca están generando un impacto negativos en una zona que abarca dos mil siescientos kilómetros cuadrados, delimitada por la sierra del Morro y el Portezuelo al norte, Yulto al oeste y Comechingones al este”, dijo el diputado kirchnerista Sergio Guardia, quien preside la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable, que trató el proyecto. Además, el representante del Frente para la Victoria recalcó que las nuevas corrientes afectan directamente a las rutas nacionales 7 y 8, pero a la vez causaron daños en arterias provinciales y en los ingresos a lotes privados.