Alerta por los índices de mortalidad en el materno infantil

Alerta por los índices de mortalidad en el materno infantil

El índice de mortalidad infantil en Salta es de 8,5 por ciento por cada 1000 bebés nacidos vivos. La mortalidad materna es del 1,5 por ciento.

Los datos son las luces de alerta del programa nacional de Reducción de Mortalidad Materno Infantil de Mujeres y Adolescentes al que hoy se adherirá la provincia, tras la firma de un convenio entre funcionarios locales y nacionales, del área de Salud Pública. Desde ayer, profesionales locales y del Ministerio de Salud Pública de la Nación, trabajan en definir acciones concretas en pos de reducir estos índices hasta 2015.

Cuando en los últimos meses han habido duras críticas y conflictos sobre el sistema de salud de la provincia, con paros en reclamo de recomposición salarial y la manifestación de los profesionales por falta de insumo y hasta mejoras en condiciones edilicias y de infraestructura, las autoridades también se han plegado a una mirada un tanto crítica sobre el sistema de salud. Así, comentaron que la prioridad para lograr los objetivos planteados ayer será la capacitación a los médicos y la promoción de todos los temas relacionados con la salud sexual y reproductiva pero, también, promover mejoras edilicias, garantizar la provisión de insumos y mejorar la calidad y cantidad de recurso humano. “Este es un plan muy ambicioso que requiere mucho esfuerzo y compromiso en tanto contempla todo el sistema de salud pública a primer nivel de atención y a hospitales. Es decir, de menor a mayor complejidad. En Salta nos hemos fijado como meta reducir la mortalidad infantil a la mitad y la mortalidad materna a un sólo dígito. Hoy la mortalidad infantil ronda el 8,5 por ciento y la mortalidad materna es de 1,3 por ciento”, dijo en diálogo con El Tribuno el ministro de salud pública de Salta, Oscar Villa Nougués. “Para eso hay que adecuar ediliciamente algunos centros de salud, algunos hospitales, programar capacitaciones, además de mejorar la cantidad y calidad del recurso humano, hacer más obras de infraestructura y adquirir nuevo equipamiento”, agregó. Además, atendiendo a que ha habido un claro descenso de la mortalidad materno infantil en la última década, pero un estancamiento entre los años 2011, 2012 y 2013.

“Derribar barreras”

“Cuando un niño o una mujer mueren, se supone que sí tuvieron contacto previo con el sistema de salud. Por eso debemos hablar de redoblar esfuerzos en salud para mejorar la calidad de atención. Maternidades seguras que implican cumplir con condiciones obstétricas y neonatales esenciales como por ejemplo que haya sangre disponible si hay una situación de hemorragia o que haya ambulancia si hay necesidad de traslado y todo aquello que tiene que ver con la seguridad del paciente”, dijo Ana Speranza, directora nacional de Maternidad e Infancia de la Nación, en diálogo con este matutino. Por su parte, Adriana Alvarez, coordinadora del programa nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable de la Nación, comentó que lo que se busca a través del programa es trabajar en una línea de consejería a nivel de los servicios de salud para que brinden una atención de calidad. “Esto quiere decir derribar las barreras para que los profesionales puedan recibir al paciente y ofrecer todo lo que tiene que ver con consejería, insumos y el acompañamiento a aquella mujer que se encuentra en situaciones quizás de mucha vulnerabilidad, con respecto a su salud sexual y a su salud reproductiva, por ejemplo”, dijo. “Con toda la batería de insumos y las líneas en las que se ha venido trabajando, todavía tenemos provincias como Salta en donde mueren cuatro mujeres por complicaciones en un aborto, por ejemplo”, resumió Alvarez.

“¿A partir de la experiencia previa con este plan, cuáles son las falencias que predominan en los hospitales o en los centros de salud?”, le preguntó El Tribuno.

“No hablaría de falencias, sino de barreras. Estas barreras tienen que ver con diferentes situaciones. Sobretodo porque a veces los servicios pueden estar no solamente poco equipados o sin insumos, sino que a veces, también, el personal médico y la comunidad del centro de salud o el hospital no tienen la capacitación y la formación necesaria para poder recibir esta demanda. Los temas de salud sexual y reproductiva atraviesan nuestra propia sexualidad y muchas veces atraviesa la propia sexualidad de aquella persona que recibe a otra persona que viene a demandar una consulta o un método”, explicó la profesional. “Por eso se trabaja en dos líneas: promoción territorial y capacitación hacia el interior del servicio. Para llegar a emponderar a la población de sus derechos y también para que cuando llegue al sistema público de salud no encuentre barreras, ni puertas cerradas”, añadió. Capacitación a profesionales y concientización en pacientes, son los conceptos vertebradores, sin desatender a otras cuestiones.

“Las cosas se están haciendo bien”

Pese a las denuncias de los médicos sobre una falta de atención correcta a los enfermos de VIH, el Gobierno provincial salió a defenderse.

El ministro de Salud, Oscar Villa Nougues, le dijo a El Tribuno que la Provincia “está haciendo bien las cosas” en ese tema. “Para nosotros el VIH es muy sensible y representa la máxima prioridad”, sostuvo el funcionario. Y agregó que “venimos trabajando no sólo desde el tratamiento de la enfermedad sino en la contención”.

“Los problemas existentes en el Hospital del Milagro no son algo nuevo. Se viene trabajando al respecto y lo venimos haciendo por etapas”, concluyó.

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