Mauricio Macri volvió ayer a escena plena poco después que termina el banderazo con una aparición por televisión y tras haber saludado vía Twitter a quienes protestaron en la calle. El expresidente eligió ayer eso dos caminos para su regreso aunque el camino de los tuits es algo que ya había ensayado en varias ocasiones desde que dejó el mando.

Antes que Macri comenzará a hablar ayer las principales cabezas de Juntos para el Cambio comenzabana prepararse para las consecuencias. Es un hecho que Macri de regreso en la arena implica un endurecimiento de Cambiemos que los halcones esperaban y ahora festejan, pero que les reduce el escenario a los moderados. Ayer, María Eugenia Vidal eligió la calma y se mantuvo casi en silencio. Horacio Rodríguez Larreta también, aunque el jefe porteño por su territorialidad y por tener que enfrentar al kirchnerismo en las discusiones sobre la apertura o no de la cuarentena, esta mas condicionado a la hora de hacer silencio.

Macri eligió ayer tres temas para enfrentar a Alberto Fernandez y Cristina de Kirchner: la forma es que se manejó la cuarentena, la situación de la economía y la reforma judicial. El gobierno no parece esquivarle el ring a esta pelea. De hecho el kirchnerismo, que ha sabido subir a ese ring en los últimos tiempos a otros hijos del PRO como el propio Larreta, parece cómodo con con esa batalla con el expresidente como sparring.

Ayer Macri definió sin problemas que en el caso de la pandemia él hubiera elegido una estrategia al estilo de la que aplicó Lacalle Pou. También castigó la emisión monetaria sin control y justificó haber tomado en que nunca tuvo consenso político con la oposición para recortar el gasto. Sobre la autocrítica dijo: “Cuando asumimos encontramos que el Estado estaba quebrado. Tuve el dilema de decir esa cruda realidad o apostar a la esperanza que había nacido para reconstruir el país. Hoy creo que me equivoqué. Los esfuerzos que se sucedieron agotaron a la ciudadanía y los entiendo”, Mas temprano había saludos en un tuit: “Queridos argentinos: las crecientes movilizaciones pacíficas, el coraje y la convicción de las personas que las acompañan, son la demostración de que a pesar de nuestros problemas actuales tenemos que ser muy optimistas respecto a nuestro futuro”