Su padrino Alberto Pérez tiene que explicar el destino de miles y miles de millones de pesos durante la gobernación Scioli, con lo exquisitas que son las vaquillonas con cuero con plata ajena. El zafarrancho que armaron entre Juan Aicega y Guillermo Volponi, empedernidos ausentes que dejan sus huellas en los expedientes. El PRO en Mar del Plata configura una retahíla de fracasos. Mauricio y Mariu no pueden atajar y patear penales.

Don Florencio excedido. La preocupación de Aldrey Iglesias por la salida de un diario digital vinculado a Clarín, lo obligó a una movida de máxima, lo cual deja en evidencia otro signo de debilidad que se viene repitiendo desde que encabezó en la ciudad la campaña del Frente para la Victoria. La caída de Scioli, fue una catástrofe para el multimedios La Capital.

Un riesgo que no pudo evitar. Don Florencio llegó a exponerse ante el mismísimo Héctor Magnetto, con el propósito de impedir que el marplatense.com haya amanecido con el primer día de agosto de 2016. Así que la frustración debe ser mayúscula, ya que la extorsión y las presiones mediáticas hallarán un límite, aunque esperemos que no caigan en otro que repita su lamentables prácticas.

El poder que se encoge.  Enfrentado con el intendente Carlos Arroyo, aunque un grupúsculo radical y la Coalición Cívica (conocidos en la interna como los traidores) se prestan al besamanos, La Capital y sus radios de AM tienen una caída pronunciada. Clarín lo supera en ventas promedio anual en la ciudad, para tener una idea. La impresión del diario entintado, fotos sólo en negro (no en blanco y negro) y el color sólo para páginas dedicadas al Paseo Aldrey, son reflejos de una agonía irreversible, que Aldrey no pudo neutralizar tras su intento con Héctor Magnetto.

Manino en el ojo de la tormenta. Iriart quedó sensiblemente expuesto por el discrecional manejo de fondos extrapresupuestarios. Su dependencia de Alberto Pérez en el affaire denunciado por Elisa Carrió lo deja comprometido. Ejerció durante varios años como director de Subsidios y Subvenciones de la Provincia de Buenos Aires dentro de la Jefatura de gabinete.

Sin dejar que vuele la imaginación. Sus manejos (confió una fuente judicial irreprochable) siempre resultaron turbios y engorrosos. Dudosas organizaciones sociales, escasa transparencia, punteros y amigos, se beneficiaron con una caja que está tomando público y cuya dimensión se desconoce, aunque se especula que sirvieron para asar decenas de vaquillonas con cuero.

Había adornos notables. Iriart, más conocido como Manino, ejercía una especie de mecenazgo que no alcanzaba sólo aspectos culturales, sino fundamentalmente sostenía y promovía las actividades políticas del ex gobernador Daniel Scioli. Muchas de las actividades las cumplía con Karina Rabolini y Lorena Scioli.

Y algún vuelto siempre sobra. No en pocas ocasiones y con la disponibilidad que brinda el manejo de dinero que no se contabiliza debidamente, titulares de ONG´s y otras organizaciones, se sintieron afectados dado que se les hacía firmar y/o entregar recibo por un importe y recibían hasta el 50 % menos, con una promesa de pago del saldo a futuro, que todavía están esperando.

Una especie de Totem. Iriart fue como un ícono de la protección del multimedios La Capital. Su jugosa distribución, lo volvía hasta con actitudes y modos de generoso. Por supuesto que en la Procuradoría General de la Provincia manejada por María del Carmen Falbo, no lo van a investigar ni ahí ni mucho menos. Hoy goza de fueros que le dan algún tipo de protección, pero es “vox populi” el manejo impúdico que ejerció desde contrataciones hasta alquileres. Para el sciolismo en Mar del Plata todos los caminos conducían a Manino.

Ya venía de borrar antecedentes. Del 20 al 22 de junio de 2013, se desarrolló en San Juan un “Congreso Internacional de Educación”. A cuya ceremonia de apertura asistieron muchas figuras políticas provinciales, entre ellas el Gobernador, José Luis Gioja y todo su séquito. Según los diarios de la provincia hubo cerca de 14 mil acreditados (que pagaban $300) y 120 mil internautas inscriptos (que pagaban casi $500). Con estos antecedentes la comisión que preside Juan Aicega le dio vía libre, sentando un precedente poco serio en relación al compromiso de sus responsabilidades públicas.

Un promotor de estafas. El problema se presenta cuando llegado el evento, ninguno de los participantes online pudieron acceder  a la plataforma para el campus y tampoco se les devolvió el monto depositado. La estafa educativa había sido consumada y su promotor y beneficiario Marcos Santillán Ferreris, borró de la página web de la institución “trucha” que preside, todo vestigio de denuncias por lo acontecido.

La burla a concejales y al EMDER. La historia podría haberse replicado en nuestra ciudad, pues este personaje representativo de la “picaresca criolla” había logrado burlar al HCD, que declaró de interés su próxima estafa educativa, rubricar un convenio con el EMDER y obtener aportes económicos de la Obra Asistencial de los Municipales para financiar un revival del Congreso Educativo trucho.

Lo salvaron a Aicega. La investigación de un asesor de CAMBIEMOS, llevada a cabo por su propia iniciativa, a partir de un comentario casual que llegó a sus oídos poniéndolo en alerta fue el principio del fin del castillo de sellos truchos mixturados con avales de instituciones educativas estafadas en su buena fe.

Entre ausente y desdibujado. La desaprensión y ligereza del presidente de la comisión de Educación (que funciona en ausencia de) con la que se despachó el expediente de marras, indujo al resto de los ediles a votar la resolución R-3917, el 23 de marzo último, declarando de interés un Congreso de Educación trucho. Por mal que les pese el bochorno, los curules deberán ceñirse al dictamen de la Subsecretaría de Legal y Técnica

Los serviles a un engaño. La misma constató las irregularidades y dispuso que dicha declaración debe ser revocada y en resguardo de la fe pública y posibles damnificados se deberá publicar en el boletín oficial y dar a difusión el vergonzoso hecho de haber sido burlados por un “vivillo” de florida verba.