La decisión de La Cámpora y el kirchnerismo duro de votar contra el  proyecto que avala el acuerdo alcanzado por el Gobierno nacional con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tensionó y puso al borde del colapso la relación de esos espacios con el albertismo puro, que viene presionando al Presidente Alberto Fernández para que se eyecte a los funcionarios que responden a Máximo Kirchner que no estén alineados con el Poder Ejecutivo.

Sin embargo, el dato relevante que dejó la votación dividida en la Cámara baja fue la ruptura entre Máximo y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien fue el principal negociador del Gobierno en el Congreso a los fines de alcanzar la aprobación del acuerdo con el organismo multilateral.

"Si bien Máximo y Cristina están a las puteadas, no hay ninguna posibilidad de una ruptura del Frente de Todos porque si eso ocurriera, no hay posibilidades de ganar en el 2023" advierten fuentes cercanas a La Cámpora consultadas por BAE Negocios.

Desde ese espacio dicen ser conscientes que hay ministros y funcionarios del ala dura del Gobierno que vienen presionando para precipitar la salida del titular de la cartera del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, pero también advierten que si eso sucediera "también tendrían que echar" a Fernanda Raverta, titular del ANSES y a Luana Volnovich, del PAMI, lo que por ahora no ven como posible.

En ese sentido, recuerdan la máxima del Jefe de Estado que señala que "con Cristina no alcanza y sin Cristina no se puede", y si bien reconocen la dureza en el mensaje de Twitter del ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés "Cuervo" Larroque, quién dijo que "aturden el silencio y la parsimonia del gobierno frente al ataque al despacho de la Vicepresidenta" durante los incidentes que tuvieron lugar durante la discusión en el recinto, sostienen que el cuestionamiento no da para que La Cámpora se repliegue del Gobierno: "No es para tanto", afirmaron.

"Lo novedoso que dejó la votación en Diputados fue la ruptura del lazo que había entre Sergio Massa y Maximo Kirchner", refieren y entienden que la decisión del kirchnerismo duro y el camporismo de votar contra el acuerdo entre el Gobierno nacional y el FMI podría dejar como resultado la conformación de un nuevo foco de poder que obligaría al Poder Ejecutivo a tener que negociar las futuras leyes con parte de su propia tropa.

También consideran que "lo decisivo de cara al año próximo va a ser si se cumple o no lo acordado con el Fondo Monetario y si se logra frenar la inflación que está dañando la relación con el electorado", sostienen desde esas filas, lo que en caso de no ocurrir, "no solo terminaría con la alianza de Gobierno, sino que además, pondría en riesgo el futuro del país".

Para Santoro, en el FdT no hay futuro sin unidad

Quién también se refirió al tema de la crisis que arrojó la votación dividida del oficialismo en Diputados, fue el diputado nacional Leandro Santoro quién en declaraciones a Radio 10, consideró que "no hay futuro sin unidad" dentro del Frente de Todos y advirtió que "hay un corrimiento hacia la derecha de la población que obliga a construir una coalición lo más amplia posible".

"Yo creo que el grado de tensión que hay en el frente sería mucho menor en otra situación. Recomiendo pensar en frío, más allá de las tensiones que existen" porque "no hay oportunidad de formar parte del debate sin una unidad", dijo el legislador nacional, quién consideró que la figura de Cristina Fernández de Kirchner es fundamental para la construcción de la alianza de Gobierno.

"El campo nacional y popular se está achicando, y por ahora no existe arquitectura y cultura de coalición en el peronismo, eso es un problema", indicó el diputado, quién también realizó una autocrítica al funcionamiento del FdT en el Congreso en medio de la tensión por el acuerdo con el FMI, al considerar que la carta de La Cámpora tendría que haber salido antes, lo que demuestra que "faltó dar la discusión adentro del bloque".

En la misiva, la fuerza que comanda Máximo cuestionó la iniciativa del Gobierno nacional y al ministro de Economía, Martín Guzmán, al que acusó de llevar adelante una estrategia de "secretismo, hermetismo, confusión y desinformación" en las negociaciones con el Fondo.

En ese sentido, Santoro dijo que "mientras leía la carta de La Cámpora pensaba que esta carta la tendríamos que haber tenido antes, porque lo que faltó concretamente fue dar la discusión adentro del bloque".

Cristina y su silencio ante la votación en el Senado

Más allá de las discusiones palaciegas que se ciernen sobre el futuro de la coalición gobernante, en el día de mañana dará comienzo la discusión en el Senado a la media sanción alcanzada en la Cámara baja en torno al acuerdo refrendado entre el Gobierno nacional con el FMI en medio de un silencio atronador de la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

La titular de ese cuerpo ya anticipó que le dará libertad de acción a los senadores de su bloque a la hora de la votación, mientras mantiene un silencio stampa a la posición que adoptará ella misma.

Vale recordar que tras los destrozos sufridos el viernes en su despacho, la vicepresidenta dio a conocer un video en el que tras mostrar su malestar por lo ocurrido y en el que cuestionó al FMI porque "siempre actuó como promotor y vehículo de políticas que provocaron pobreza y dolor en el pueblo argentino”, sin embargo, evitó dar indicio alguno sobre cual será su posición en el recinto.

La preocupación ante una eventual fractura de la alianza oficialista también impactó en sectores cercanos como Abuelas de Plaza de Mayo, desde donde su titular, Estela de Carlotto, salió hoy a expresar que no cree en una eventual "ruptura" entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández  Kirchner hasta que no lo digan ellos".

"Mirá, de la ruptura, hasta que no lo digan ellos, no lo creo. Ellos siguen siendo el presidente y la vicepresidenta. Ella tiene su poder en el Senado y él, en las resoluciones totales del país, que son gravísimas", explicó Carlotto, quién también calificó de "imperdonable" el ataque del cual vicepresidenta fuera víctima en la última sesión del Congreso, cuando un grupo numeroso de manifestantes arrojaron cascotes de piedra contra el ventanal de su oficina en el Senado.