Una vendetta por narcotráfico

Una vendetta por narcotráfico

Ayer identificaron los cuerpos de los hombres encontrados calcinados en Frontera. Ambos eran oriundos de Santo Tomé. Vinculan sus asesinatos a causas por venta de droga y lavado de dinero

Dos cuerpos encontrados calcinados el martes en un auto en la zona rural de Frontera, una ciudad del oeste santafesino ubicada en el departamento Castellanos, fueron identificados. Se trata de dos hombres de entre 25 y 30 años oriundos de Santo Tomé, que eran buscados desde la tarde del lunes y contarían con numerosos antecedentes penales por delitos vinculados al narcotráfico.

Según un informe preliminar de los peritos que trabajaron en el lugar, los jóvenes –solo trascendieron sus apellidos, Lozada y Chamorro– habrían sido ejecutados de sendos disparos en la nuca y luego trasladados en el Peugeot 307 donde los hallaron hasta el basural de Frontera, donde le prendieron fuego al vehículo para borrar huellas del fusilamiento. Sin embargo, no descartaban la posibilidad de que hayan sido ultimados en ese mismo lugar.

Según fuentes cercanas a la investigación, ayer se analizaban varias hipótesis. Entre ellas, la más firme vincula a las víctimas como un posible eslabón de una organización de tráfico de drogas que funciona en un territorio de controles débiles comprendido entre los límites de Santa Fe, Córdoba y Santiago del Estero. Según una investigación que desarrolló la Justicia Federal desde 2013 por narcotráfico y lavado de dinero sobre la banda liderada por Héctor Padrino Gallardo, ingresaban pasta base desde la frontera norte del país en vuelos que llegaban a la zona sur de Santiago del Estero y tenían como destino cocinas de la región del conglomerado urbano San Francisco-Frontera, donde una calle divide la provincia de Santa Fe de la de Córdoba. El lugar es considerado una “zona caliente” en lo referido al tráfico de drogas en la región ya que desde allí los estupefacientes se transportaban por el corredor de la ruta 19 hacia las capitales cordobesa y santafesina y, desde esta última, hacia Rosario y Buenos Aires.

A partir de esos datos, una de las líneas de investigación presume que los jóvenes asesinados en Frontera tenían la misión de enlace con Santo Tomé y Santa Fe y, por alguna circunstancia, resultaron víctimas de un ajuste de cuentas. En este sentido, trascendió que las víctimas eran conocidas en San Francisco y Frontera como “los santafesinos del 307”. Y que al parecer alquilaban un departamento ubicado en calle 7, entre 58 y 60, de la ciudad del oeste.

Según fuentes allegadas a la investigación, minutos después del amanecer del martes, empleados de la Cooperativa de Servicios Públicos de la ciudad observaron a la distancia el auto incendiado y cuando se acercaron notaron que en el interior había dos cuerpos envueltos en llamas. El auto quedó totalmente calcinado, al punto que a simple vista no se distinguía con certeza el color. Los investigadores establecieron luego que era negro.

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