Ucrania denuncia una “agresión rusa” y ya hubo tiroteos

Ucrania denuncia una “agresión rusa” y ya hubo tiroteos
Edificios públicos en el Este y comisarías fueron tomados por milicias pro rusas. “Habrá una respuesta muy severa”, advirtió.
En un clima creciente de agitación, ayer grupos separatistas prorrusos llevaron adelante una oleada de ataques y tomas de puestos policiales y edificios públicos en el convulsionado este de Ucrania. El gobierno de Kiev lo consideró “ un acto de agresión por parte de Rusia ” y decidió preparar sus tropas para responder, aumentando la preocupación de una escalada bélica en la región.

Las acciones de los separatistas, que exhibieron armas automáticas, tuvieron lugar en ciudades de la provincia de Donetsk, como Kramatorsk y Krasny Liman. También hubo ataques en Slaviansk, donde adelante de los edificios ocupados levantaron barricadas para defenderse.

También repartieron fusiles y pistolas entre los militantes. En algunos casos hubo intercambio de disparos con la policía ucraniana. Después de la toma, en todos estos lugares exigieron un referéndum sobre la independencia de la región.

“Las autoridades ucranianas consideran los acontecimientos del día como una muestra de la agresión externa de Rusia. Las unidades de los ministerios de Interior y Defensa están implementando un plan de respuesta operativa.

Habrá una respuesta muy severa ”, advirtió el ministro del Interior, Arsen Avakov, a través de un comunicado.

Las autoridades ucranianas denunciaron que Rusia utiliza efectivos propios para respaldar las tomas. Esto es porque se ven hombres armados que no tienen identificación alguna, pero demuestran poseer conocimientos militar. Lo mismo pasó en su momento en Crimea, que finalmente terminó siendo anexada por Moscú. En este sentido, Avakov resaltó que en los ataques de ayer los separatistas “ utilizaron armas de fabricación rusa como las K100, de dotación únicamente en las fuerzas armadas rusas”.

Uno de los hechos más significativos se dio en Slovyanks, 100 km al norte de Donetsk. Luego de la toma de la central policial, unos 20 hombres con pasamontañas, ropa camuflada y armados con fusiles automáticos y pistolas rodearon el edificio y establecieron una red de vigilancia. Otro grupo similar se quedó adentro. Todos utilizaban listones de San Jorge, un símbolo de la victoria de la Unión Soviética en la II Guerra Mundial, algo que se convirtió ahora en símbolo de los manifestantes prorrusos.

Uno de los atacantes enmascarados en Slovyansk, que se identificó como Serguei, dijo: “ Sólo tenemos una demanda. Un referendo para unirnos a Rusia ”. Sostuvo que capturaron el edificio porque querían “protegerlo de los nacionalistas radicales del oeste de Ucrania y de la junta que ha usurpado el poder en Kiev”. “No queremos ser esclavos de Estados Unidos ni de Occidente. Queremos vivir con Rusia”, declaró.

Desde febrero pasado, cuando fue derrocado el presidente pro-Moscú Viktor Yanukovych, el este de Ucrania, que tiene una gran población de habla rusa, es escenario de numerosas protestas. Los manifestantes afirman que las autoridades que asumieron el control en Kiev son nacionalistas y “fascistas” que tienen la intención de reprimir a los rusos étnicos en Ucrania.

El gobierno ucraniano, Estados Unidos y Europa vienen denunciando que Rusia está promoviendo estos episodios de agitación para generar violencia y justificar así una invasión. El presidente ruso, Vladimir Putin, quien ha prometido proteger “a cualquier precio” a la población rusa de los países de la ex Unión Soviética, mantiene desplegados en la frontera ucraniana entre 30.000 y 40.000 soldados.

Pero no todo es agitación política. A este clima de tensión se sumó en las últimas semanas un fuerte descontento popular en gran parte del país por el duro ajuste que debió aplicar el gobierno ucraniano para recibir la ayuda financiera prometida por el FMI y la Unión Europea. El paquete incluyó despidos de empleados públicos, suba de impuestos y reducción de salarios. La semana próxima comienzan las negociaciones diplomáticas para buscar una solución a la crisis.

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