Timerman, complicado ya con medidas de Moreno

Timerman, complicado ya con medidas de Moreno
• PRIMERA MISIÓN SERÁ QUE SECRETARIO NO INTERVENGA EN ACUERDOS COMERCIALES
Héctor Timerman asumirá mañana, el cargo al que más aspiraba desde que Cristina de Kirchner ocupa la presidencia de la Nación. A las 11.30, y rodeado del gabinete nacional a pleno, jurará como el tercer canciller de la era Kirchner, luego de Rafael Bielsa y Jorge Taiana. Para la Presidente será en realidad una confirmación personal: siempre tuvo al ex embajador en los Estados Unidos como su principal candidato a manejar el Palacio San Martín. En la práctica, Cristina y Timerman siempre tuvieron una comunicación muy cercana, especialmente sobre la evolución de la relación con los Estados Unidos y permanentemente fue consultado por la jefa de Estado sobre el tema que más lo complicará en su nueva gestión: la fórmula para abrir mercados a las exportaciones argentinas, en lo posible, con valor agregado. Taiana se va enfrentado directamente con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, al que acusa de bombardear la posibilidad de cerrar más acuerdos y tratados de apertura económica para aumentar las exportaciones argentinas. Según el ahora ex canciller, el principal problema que tenía el país para que creciera su volumen de ventas al exterior, radicó en la política interna que Moreno realiza de apertura y cierre indiscriminado e imprevisible de productos de fabricación local (cuando considera que escasean y producen inflación) o importada (cuando Moreno cree que compite contra productos locales).

El último conflicto de este tipo, manejado por Taiana con la prudencia que caracterizó su gestión, se dio hace sólo 10 días mientras el ex canciller y su secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Alfredo Chiaradía, negociaban con China la reapertura del mercado oriental de aceite de soja y cerraban el viaje de Cristina de Kirchner para julio próximo. En ese marco, funcionarios chinos ofrecieron a Taiana la posibilidad de comprar carne vacuna argentina para atender la demanda puntual del sector gastronómico de ese país. Le garantizaría a la Argentina unos 100 millones de dólares extra de facturación como piso. La única condición era que se le garantizara la provisión, en tiempo y forma. Los argentinos se sinceraron y reconocieron que no podían acceder a esta última requisitoria, ya que la salida de carne vacuna de manera regular está hoy supeditada en el país a la habilitación o inhabilitación periódica morenista. Recordaban que para posibilitar que el stand argentino de la Expo Shangái tenga la cantidad de carne suficiente para atender el restorán El Obelisco que funciona en el pabellón nacional (y que es uno de los éxitos de la muestra por la demanda de la gastronomía criolla), se necesitó un pedido especial y personal hacia Moreno para que permitiera la salida del embarque.

«Con Julio De Vido echamos a otro más», ironizaba Moreno este fin de semana en Rosario. Taiana se sumaría así al largo listado que ya ocupan Miguel Peirano, Martín Lousteau, Lelio Mármora, Alejandro Barrios (estos dos últimos ex directores del INDEC), entre otros de menor rango, todos confesos renunciantes del gabinete nacional por la imposibilidad de contrarrestar las embestidas morenistas.

Timerman reconoció ante Cristina de Kirchner que una de sus principales misiones será precisamente negociar acuerdos multirregionales, que busquen ampliar el horizonte de exportaciones con valor agregado para el país. En el cortísimo plazo (esta misma semana) tendrá que comenzar a discutir como cabeza pro tempore del Mercosur, el alcance que podrá tener un acuerdo entre el bloque sudamericano y la Unión Europea (UE). En este caso tendrá como interlocutor principal al Gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero, con el que el ex embajador en Estados Unidos mantiene una muy buena relación. Sin embargo deberá enfrentarse a la dirección misma de la UE, donde desde la representación local se hicieron públicas y oficiales las quejas por las intenciones de Moreno de impedir la llegada al país de alimentos de esa procedencia, lo que se consideró «inconducente con la intención de negociar un acuerdo comercial de apertura con el Mercosur».

Para julio, a Timerman le corresponde organizar la pró-xima cumbre del Mercosur, con sede en la provincia de San Juan. Hasta allí promete llevar la cancillería brasileña sus quejas por las trabas a las exportaciones y Timerman tendrá que escuchar a su colega del país vecino, Celso Amorim, un experto de Itamaraty en cuestiones fronterizas con la Argentina.

Finalmente, el nuevo ministro tendrá también, en pocos días, el que quizá sea el principal desafío comercial inminente de su flamante gestión. Antes del 13 de julio, cuando la Presidente viaje a Pekín, deberá cerrar el acuerdo para reabrir el mercado chino de aceite de soja. Para eso tendrá que convencer a los orientales sobre las bondades de seguir confiando en la Argentina, pese a la información con que cuenta el Gobierno de Hu Jintao sobre los problemas que tienen las exportaciones de su país para poder pasar la barrera infranqueable de la aduana argentina y los comercios locales.

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