Que no tenga la lapicera, no significa que no esté descontenta: Cristina y su malestar post legislativas

Que no tenga la lapicera, no significa que no esté descontenta: Cristina y su malestar post legislativas

La derrota de las legislativas rediseñó el esquema de liderazgos. La carta de Cristina resonó en la interna del oficialismo de cara a las presidenciales.

Por Natalia Vaccarezza.

¿Quién gana la lapicera para el 2023?. Es la pregunta que comienzan a hacerse en algunos sectores del oficialismo después de la carta de Cristina Kirchner que se tomó como un apoyo a Alberto Fernández. El mensaje de la vicepresidenta sobre el acuerdo con el FMI disparó nuevas especulaciones sobre el futuro de la alianza de Gobierno y las estrategias políticas que puedan tejerse tras la derrota electoral de las legislativas. La sorpresiva aparición de la expresidenta generó un cimbronazo interno con distintas lecturas.

El círculo íntimo del Presidente busca resistir cualquier golpe que pueda perjudicar la gestión. El sector que rodea a Alberto considera que la oposición es la destinataria de la carta de la vicepresidenta y no para el Presidente. "Para nosotros fue muy clara. Que la oposición se haga cargo", señalan dentro del Frente de Todos.

Cristina versus oposición

 

Más allá de asegurar que la negociación está en manos de Fernández y que el aval debe darlo el Congreso, Cristina apuntó en su carta contra la oposición por la "irresponsabilidad política".

"¿En serio que los mismos y las mismas que trajeron de vuelta el FMI a la Argentina, reiniciando el ciclo trágico de endeudamiento que Néstor Kirchner había clausurado en el año 2005, hoy no se hagan cargo de nada?", se preguntó la mandataria. Desde el oficialismo sostienen que la oposición "está convocando hace tiempo para hablar del FMI, han dado consejos, como Macri que dijo "yo lo haría en 5 minutos".

Cristina apuntó en su carta contra la oposición por la "irresponsabilidad política"

 

El tono del escrito publicado en las redes sociales pareció no ser confrontativo con el Presidente en un principio, pero no todos leyeron el mensaje de la misma manera, sobre todo los sectores cercanos a Alberto que piensan en las elecciones presidenciales de las que todavía faltan dos años.

La vicepresidente hizo mención a la supuesta "lapicera" que maneja en la toma de decisiones del Gobierno y, en especial, en las negociaciones con el FMI. Las apariciones públicas de Cristina fueron frecuentes, incluso con el Presidente, en el contexto del acuerdo de la deuda. Siempre le dio un lugar primordial en sus actividades. El kirchnerismo mostró históricamente una posición de pagar las deudas con los organismos internacionales, y seguirá en ese mismo camino.

"La lapicera no la tiene Cristina… siempre la tuvo, la tiene y la tendrá el Presidente de la Nación. Y no lo digo yo, lo dice la Constitución Nacional. Que a nadie lo engañen sobre quién decide las políticas en la Argentina", aclaró en la misiva.

Cerca de la vicepresidenta aseguran que por más que "ella no tenga la lapicera no significa que no putee" y alertan que hay un "descontento más grande, que no es por la negociación con el Fondo, sino por cómo se están reordenando los espacios políticos después de las legislativas".

Alberto y la mesa chica

 

Algunas voces que analizan el mensaje de la vicepresidenta se muestran enojados por la actitud presidencial tras las generales. No todos están alineados con el triunfalismo que buscó mostrar la Casa Rosada. Miran con atención los momentos en los que Alberto Fernández busca recuperar el protagonismo.

"Primero por el festejo o la remontada que proclamó y luego en el acto del miércoles del Día de la Militancia en la Plaza de Mayo", remarcan como los dos hechos resonantes.

La vuelta de Cristina Kirchner a la escena política reavivó al núcleo duro de seguidores del Presidente

 

Otros ven con atención la jugada que pueda llegar a implicar el futuro político de la coalición gobernante. "Tanto Alberto y algunos del gabinete están entusiasmadísimos con el 23, pero estamos lejísimo", anticipan sobre las divisiones internas. Distintos sectores del oficialismo sólo destacan que "están todos alineados" pese a la derrota electoral.

La vuelta de Cristina Kirchner a la escena política reavivó al núcleo duro de seguidores del Presidente, que busca una autonomía en la gestión y en el futuro armado de las listas para la próxima contienda electoral. En una cena en Olivos con intendentes post elecciones, Alberto coincidió en la necesidad de cambios en las reglas del juego en las PASO, y fue avalado por el círculo íntimo del Presidente que debate sobre el futuro político de la coalición.

 

En esa mesa chica se sientan el canciller, Santiago Cafiero, y los ministros de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, y de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi. También suele sumarse el jefe de Gabinete, Juan Manzur, a quien miran con desconfianza.

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