Temblor político por el intento de magnicidio contra Cristina Kirchner

Temblor político por el intento de magnicidio contra Cristina Kirchner

Un hombre de 35 años intentó asesinar a la vicepresidenta al gatilllar un arma frente a su rostro, sin que saliera el disparo. En cadena nacional, Alberto Fernández reclamó "desterrar la violencia" y decretó feriado para este viernes. El Frente de Todos convocó a movilizarse al mediodía en el centro porteño en defensa de la democracia. El ataque generó una ola de repercusiones a nivel nacional e internacional. 

Un hombre atentó anoche la vicepresidenta Cristina Kirchner al gatillar una pistola Bersa calibre .32 a centímetros de su rostro, sin que saliera el disparo. El individuo, identificado como Fernando Andrés Sabag Montiel, de 35 años, de origen brasileño pero ciudadanía argentina, fue detenido por la custodia y hoy será indagado por la jueza federal María Eugenia Capucchetti. Funcionó como clímax para el discurso de odio y promoción de la violencia que se venía instalando en los últimos días desde la oposición política, los medios afines y un sector de la Justicia en contra del peronismo. En un mensaje en cadena, el presidente Alberto Fernández reclamó "desterrar la violencia y el odio del discurso político y mediático y de nuestra vida en sociedad" y decretó feriado nacional para este viernes con el objeto de que "el pueblo argentino pueda expresarse en defensa de la vida, de la democracia y en solidaridad con nuestra vicepresidenta". El ataque generó una inmediata ola de repercusiones a nivel nacional e internacional. 

 

 

El repaso de las imágenes televisivas permite ver a Sabag Montiel esperando que llegara la vicepresidenta, mezclado entre los simpatizantes que la aguardan cada noche en Juncal y Uruguay desde el pedido de prisión que le realizó el fiscal Diego Luciani y el intento de escrache de un grupo de caceroleros. Camuflado con gorro de lana oscuro y barbijo blanco, se posicionó en primera fila, a la izquierda de la puerta de ingreso al edificio. Cristina llegó en su vehículo a las 20.49 y comenzó con la habitual ronda de saludos, firmas y selfies. A las 20.52 se aproximó al lugar donde se encontraba Sabag Montiel quien, sin mediar palabra, acercó el arma a su rostro y gatilló. La vicepresidenta sólo atinó a llevar la mano a su cabeza, como si algo la hubiera golpeado, y miró al piso porque en el tumulto se cayó un libro que le habían acercado para que firmara. Recién entonces reaccionó la guardia, que se llevó detenido al atacante.

La policía montó una carpa en el lugar para realizar las pericias. Determinó que el arma estaba utilizable, con cinco proyectiles en el cargador pero ninguna bala en la recámara. Por ese motivo, no salió el disparo al gatillar. El atacante, que fue trasladado a la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal, declarará hoy ante la jueza Capucchetti y la fiscal Paloma Ochoa. Sabag Montiel, quien se hace llamar "Fernando Salim" en las redes, tiene un antecedente policial del año pasado, cuando lo encontraron con un cuchillo a bordo de su auto. Dijo que lo utilizaba para defenderse. En su cuenta de Instagram subió dos intervenciones recientes en móviles de Crónica TV con críticas al Gobierno. Uno de ellos fue junto a su novia, quien declaraba haber dejado cobrar planes sociales para vender algodón de azúcar porque así le iba mejor, además de criticar a los beneficiarios de ayuda. Sabag Montiel, quien reside en el país desde 1993, lleva en el cuerpo tatuajes de simbología nazi.

 

  

 

El intento de magnicidio, sin antecedentes en nuestra historia reciente, generó conmoción aquí y en el exterior. En el Frente de Todos asociaron el hecho al discurso violento que se vino difundiendo desde la oposición y los medios afines desde el inicio del alegato de Luciani, recrudecido el fin de semana con el operativo de vallado y represión orquestado por la Policía de la Ciudad en los alrededores del domicilio de la vicepresidenta. Un diputado del PRO de Neuquén, Francisco Sánchez, se sumó pidiendo la pena de muerte para Cristina. Ya el miércoles a la noche había ocurrido un incidente con un repartidor de Rappi, que pasó insultando a Cristina y a los militantes, y quedó retenido por la custodia policial. En una declaración premonitoria, el diputado Máximo Kirchner expresó temprano en El Destape Radio que "ellos están viendo quién mata al primer peronista", una frase que generó rechazos en la oposición. Horas después se producía el ataque a su madre.

 

 

"Podemos disentir, podemos tener profundos desacuerdos, pero en una sociedad democrática los discursos que promueven el odio no pueden tener lugar porque engendran violencia y no hay ninguna posibilidad de que la violencia conviva con la democracia", afirmó el Presidente en una cadena nacional a las 0 hora del viernes. Reclamó "aislar, no convalidar y repudiar las palabras descalificadoras, estigmatizantes y ofensivas que solo nos dividen y enfrentan". El Presidente se había comunicado telefónicamente con la vicepresidenta para interiorizarse de su estado y expresarle su solidaridad. Por la noche, se mantenía en Olivos junto a un grupo de funcionarios. El jefe de Gabinete, Juan Manzur, convocó a los ministros para una reunión temprano en la Casa Rosada. Luego de la cadena nacional, el PJ Bonaerense suspendió el acto previsto para el sábado en Merlo -en el que hablaría la vicepresidenta- y todo el Frente de Todos llamó a congresarse este viernes al mediodía en Avenida de Mayo y 9 de Julio para manifestarse con banderas argentinas "en defensa de la democracia".

Los bloques legislativos del oficialismo y de la oposición, funcionarios, gobernadores, centrales obreras y organizaciones sociales salieron a manifestar su repudio al atentado y convocaron a bajar la tensión política. Hubo excepciones, como la de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, quien prefirió criticar el mensaje del Presidente. "Acusa a la oposición y a la prensa, y decreta un feriado para movilizar militantes. Convierte un acto de violencia individual en una jugada política. Lamentable", sostuvo. También expresaron dudas otros dirigentes opositores como Martín Tetaz, Pablo Torello, Florencia Arietto y Amalia Granata. El ex presidente Mauricio Macri, en cambio, expresó su "repudio absoluto" al atentado y reclamó su esclarecimiento. En su mensaje anterior, del sábado pasado, le había apuntado a la vicepresidenta, a quien responsabilizaba por los hechos de violencia en Recoleta. 

 

 

En la región, ex presidentes como el boliviano Evo Morales y el ecuatoriano Rafael Correa también salieron a expresar su rechazo. El canciller de Brasil, Carlos Franca, condenó el ataque, los mismo que el presidente de Chile, Gabriel Boric. "El intento de asesinato de Cristina merece el repudio y la condena de todo el continente", sostuvo. Tras el atentado, la militancia kirchnerista volvió a congregarse en los alrededores de Juncal y Uruguay para una muestra de apoyo a la vicepresidenta.

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