Táctica de Bullrich en Córdoba activa a Macri y Carrió

Táctica de Bullrich en Córdoba activa a Macri y Carrió

El paso de Florencia Arietto molestó, pero reforzó una consigna de trabajo de Juntos por Córdoba: el enemigo es el kirchnerismo y no está en las otras listas de Juntos por el Cambio. Los cofundadores reforzarán su vinculación con la lista de Negri y Santos de manera permanente.

La visita a Córdoba de la exasesora de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad, Florencia Arietto, causó malestar en el campamento de Juntos por Córdoba. Los patrocinados por Mauricio Macri -Mario Negri y Gustavo Santos- siguieron con atención cada una de las declaraciones de la enviada que presentó como una guerra la disputa electoral con el kichnerismo y a Luis Juez y su lista como los combatientes más avezados para frenar al populismo desde el Congreso.

Cierto es que para ensalzar a los suyos incurrió en algunas descalificaciones y chicanas para los aliados. Arietto fue lapidara con Negri al decir que es un “tibio” y que el Senado requiere un “comando”. Después, metió el dedo en la llaga al PRO macrista. La juventud amarilla (una división partidaria que la dirigencia presta especial atención para su logística electoral) decidió apoyar la boleta de Juez y Rodrigo de Loredo. “La Juventud orgánica está acá”, dijo entre risas socarronas, en un video que viralizaron a la prensa los referentes de Cambiando Juntos.

Los precandidatos desparramados en las cuatro listas han evitado confrontar directamente y no han pasado el límite de la picardía para diferenciarse. Ahora bien, la adlátere de la “comandante” tensionó la golpeada relación de ese sector del PRO con el expresidente e invitó a los referentes de la Coalición Cívica a nivel nacional a meter la cuchara en la interna de Córdoba.

“Estimada Florencia Arietto, quizás no tengas claro la importancia de Mario Negri en el espacio en que estás ahora. No sólo es uno de los garantes de la unidad de Juntos por el Cambio, sino que condujo con hidalguía a los 115 diputados de nuestro espacio”, tuiteó Maximiliano Ferraro, presidente del partido fundado por Elisa Carrió. El adverbio pretende recordar a los desprevenidos el paso de Arietto por el espacio de presidente de la Cámara de Diputados y aliado del Frente de Todos, Sergio Massa.

Ayer por la tarde, Carrió reforzó la defensa con un retuit a un posteo de Negri del 11 de agosto, día que presentaron la lista en el kilómetro cero del cambio, Marcos Juárez. “#JuntosXCórdoba Lista 503 C #CodoACodo”, escribió en esa red social.

Como se observa, las jugadas más atractivas de esta campaña tienen el rostro de los líderes nacionales de la entente. Bullrich demostró que no le tiembla el pulso a la hora de desafiar a Macri en un bastión que considera su segundo hogar, pese a su rol como presidenta de todo el PRO y no de una parte. Esta parcialidad impacta en su legitimidad como referente del espacio teniendo en cuenta que Santos, presidente de la Fundación Pensar, encabeza el tramo de diputados y Soher El Sukaria, acompaña a Negri para el Senado.

Hasta el momento, los cruces de los popes serán virtuales y es altamente probable que sean constantes a medida que vaya consumándose la campaña. Alfiles de Macri en Buenos Aires aseguran que, por ahora, el exmandatario no vendrá a hacer campaña a Córdoba, aunque la vinculación de su figura con la de Santos será permanente y, en concreto, el punto fuerte de las acciones proselitistas que diseña Fernando de Andreis para los próximos días. Esto no significa que un desembarco esté descartado, sino que dependerá de las necesidades estratégicas.

Lo mismo afirman los lilitos, quienes aseguran que Carrió está en gateras si se necesita de sus servicios para ayudar a su amigo personal, Mario Negri.

El paso de Arietto activó a la liga nacional de la alianza, pero reforzó una consigna de trabajo de Juntos por Córdoba: el enemigo es el kirchnerismo y no está en las otras listas de Juntos por el Cambio. Están convencidos que cualquier agravio perjudica a quien los profiere en un contexto de desgaste y cansancio social.

 

Por Yanina Passero

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