El ministro de Seguridad Martín Olivero decidió iniciar sumarios para esclarecer la responsabilidad de seis policías de la Comisaría Nº 34 de Juana Koslay que no colaboraron con un operativo de clausura a cargo de los inspectores municipales. El funcionario tomó la medida luego de reunirse con cuatro concejales de la Comuna, que manifestaron su preocupación por la realización de una fiesta de bienvenida a las promociones de escuelas, en un terreno desocupado, al aire libre, en la que había bebidas alcohólicas y que no tendía habilitación. Una de las madres organizadoras fue  Carina Gregoraschuk, responsable de la oficina de Sumarios Administrativos en el Poder Judicial. 

“El Municipio tiene que regular cuáles son las características del evento, no una persona cualquiera que solicita adicionales a libre antojo. Si hay una reunión a la que van cien personas puedo decir que con dos efectivos alcanza. Pero si se trata de una fiesta de dos mil personas y mando dos efectivos, no estamos cubriendo nada. Es la Jefatura de Policía la que dispone el operativo de seguridad”, explicó Olivero y agregó: “Los boliches bailables son privados y no por eso dejan de cumplir con las normativas del Concejo Deliberante. Ser un organizador privado o público de eventos no exonera a nadie de cumplir con la normativa vigente”.

El presidente del Concejo Deliberante, Jorge Videla, coincidió con Olivero en que los padres no saben adónde van sus hijos e insistió en que son ellos principalmente los que deben encargarse de que en cualquier celebración se cumplan las condiciones mínimas de seguridad. “Éste es un campo, sin baños y al aire libre. Además, la mayoría de los menores lleva bebidas alcohólicas. Los salones de fiesta escapan a alquilarles porque siempre hay desmanes”, dijo el concejal.

El descampado en el que organizaron la celebración está ubicado en la avenida Cuchi Corral, unos metros antes de llegar al peaje.

“Nos pareció raro que quien organizaba la reunión es una funcionaria judicial y que la Policía no actuó como lo hizo siempre. La sensación es que no lo hicieron por miedo o connivencia”, resaltó el ministro y volvió a estar de acuerdo con Videla  en otro punto alarmante: lo permisivo que son los padres sobre las “previas” que realizan los jóvenes en sus casas antes de ir al boliche, sin tomar conciencia de que pueden no volver a verlos nunca más.

El edil afirmó que alrededor de las 2 de la madrugada del domingo 3 de mayo, la avenida San Roque estaba llena de menores que circulaban con bebidas alcohólicas por el medio de la calle. “Había bolsas de residuos desparramadas, un contenedor de basura del Municipio dado vueltas y luminarias rotas”, describió y agregó: “Gracias a Dios no hubo que lamentar accidentes, porque están en medio de un cruce con una autopista. Este tipo de encuentros que pone en riesgo la vida de los jóvenes no están autorizados en Juana Koslay”, sentenció.