Suben los intereses que el BCRA paga por las Leliq

Suben los intereses que el BCRA paga por las Leliq

La dinámica crece mes a mes y agosto no fue la excepción, con un incremento de 3,3% real. Aun así, por la menor tasa de interés, permanece bastante por debajo de los niveles de 2019. El contexto pandémico y electoral obliga al Gobierno a aumentar el gasto público y emitir, lo que hace crecer al stock de pasivos remunerados y termina impactando en un mayor devengamiento de intereses.

Los intereses que paga el BCRA a los bancos por sus instrumentos de política monetaria crecen mes a mes, a medida que el stock de esos pasivos remunerados continúa engordando. Agosto no fue la excepción y devengó pagos por $124.569 millones. Marcó además un crecimiento de 3,3% en términos reales respecto a los intereses que generó julio. Sin embargo, por la baja tasa de interés, enero-agosto terminó por abajo del mismo período de 2019. Eso sí: el stock sigue creciendo, a la sombra de una pandemia y un escenario electoral que exigen más gasto fiscal y más emisión.

Un dato a destacar es que, incluso en contexto pandémico, y teniendo en cuenta su impacto social, que generó la necesidad de emitir pesos en cantidad para sostener a familias, empresas y provincias, los intereses están muy por debajo de los que se devengaron en 2019. El período enero-agosto de 2021 generó por ahora una emisión de $814.190 millones por intereses de Leliq y Pases. 

Sin embargo, en la comparación con el mismo período del 2019, hay una contracción de 12,1% real en la emisión por intereses de pasivos remunerados. Y es que la tasa de interés de 38% es muy menor a la de 63,16% que ofreció en promedio el BCRA en aquella época, con picos de 83,26%. Si los intereses son el combustible de la bola de Leliq, por ahora ese combustible es menor al del cierre del período Cambiemos.

Hecha la salvedad, la dinámica no deja de mostrar crecimiento y eso está en el centro del debate porque, salvo en junio y enero, en ningún otro mes del año el BCRA pudo aflojarle al stock de Leliq y Pases. Con emisión creciente, primero de la mano de los propios intereses y la virtuosa compra de dólares en el mercado y ahora por los envíos al Tesoro para financiar el déficit primario, siempre fue necesario, para la autoridad monetaria, tener encendida la aspiradora. A toda máquina.

De hecho, en agosto volvió a absorber pesos por el canal bancario. Fueron $167.323 millones. En lo que va del año, se acumularon $1,2 billones. La maniobra es necesaria para evitar presiones sobre la demanda de dólares paralelos, lo que a su vez, al generar una mayor brecha cambiaria, implica una expectativa de devaluación y termina afectando en la facturación de exportaciones e importaciones. Pero tiene un costo y es que ese stock de pasivos remunerados se vuelve una fuente creciente de emisión monetaria en sí misma, que a su vez. La bola de Leliq y Pases, que crece y genera necesidad de absorber más pesos.

El último informe monetario diario del BCRA mostró que agosto terminó con un stock de pasivos remunerados de $4,1 billones. Es el equivalente al 142,8% de la base monetaria. De esa forma, el Central tiene una deuda con las entidades financieras que equivale a casi otra base monetaria y media. 

Según mostró el economista Bruno Panighel, en su cuenta de Twitter, a través de una serie histórica, se trata del nivel más alto desde 1989. En el pico de la bola de las Lebac, en 2018, el porcentaje de pasivos remunerados sobre base monetaria era de 122%. Como porcentaje del PBI, está en torno al 10% (el dato oficial del producto bruto nominal aun no fue publicado) y eso quedaría apenas por debajo de los niveles de 11,5% del primer trimestre del 2018. Un virtual empate.

 

 

Por Mariano Cuparo Ortiz

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