El show de la FAM: más politquería, más grieta

El show de la FAM: más politquería, más grieta

No hubo acuerdo y la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, ganó la pulseada. Cambiemos, que no la quería, pegó el faltazo a la asamblea. El antes, el durante y el después de la elección. Las flamantes autoridades.

Sólo dos dirigentes de Cambiemos estuvieron cerca de la asamblea de la FAM, en Costa Salguero: el diputado provincial Jorge Mancini y el intendente de Coronel Suárez, Roberto Palacio. Participaron de la XIII Feria y Congreso Internacional para Gobiernos Locales, pero no de la asamblea. Sólo pasaron cerca. “Esto es la boca del lobo, me voy a la charla de Ducoté y Valenzuela, más allá”, dijo, entre risas, el alcalde radical.

La orden que bajó desde Nación a los municipios fue clara y contundente: vaciar el encuentro, no ser “cómplices” de la elección de Verónica Magario como titular de la Fe-deración Argentina de Municipios. Y la orden se cumplió. Ni una sola mano de la UCR, ni una sola mano del PRO. La mandamás matancera fue electa por unanimidad, pero por unanimidad peronista. Tan unánime fue todo, que al final se cantó la marcha.

Los macristas proponían que el organismo fuera conducido por un triunvirato compuesto por Ramón Mestre (Cambiemos), Gustavo Sáenz (Frente Renovador) y cualquier peronista que no fuera Magario. Pero no hubo caso, el pedido de Vidal (bajar a la jefa comunal de La Matanza) no prosperó; el justicialismo no se achicó y, aprovechando la amplia mayoría de afiliados, impuso a la ex diputada nacional.

La otra posibilidad de la que se había hablado en la previa era que la Federación fuera liderada por estos tres mismos dirigentes mencionados, pero no en conjunto, sino un año cada uno. La primera iba a ser Magario; el segundo, Mestre; y el tercero, Sáenz. Por supuesto, el nombre inicial hizo que la alternativa quedara trunca prácticamente de entrada. Cualquiera, menos Magario.

Municipalismo de acá, municipalismo de allá, pero el triunfo fue otra vez de la política chiquita, de la grieta. Vale decir, los massistas tampoco estuvieron. En el Gobierno se quejan porque se trata de una FAM absolutamente peronista, pero, a la vez, prefirieron no participar. En el peronismo, pese a asegurar que la entidad es abierta, se cerraron en el nombre de Magario y se acabó cualquier chance de negociar.

“Nuevamente la FAM quedó reducida a los intendentes kirchneristas del Conurbano. En vez de institucionalizarla a favor de los dos mil municipios de la Argentina, institucionalizaron la FAM kirchnerista que mantienen desde hace años”, señaló el subsecretario de Gestión Municipal de la Nación, Lucas Delfino, pocos minutos después de concluido el encuentro.

“La votación del día de la fecha no es representativa de los principios expuestos en el estatuto de la FAM. La mesa ejecutiva pretende representar todas las expresiones políticas del país, y la asamblea de hoy fue una reunión del PJ. No aceptar un triunvirato muestra la falta de interés por construir instituciones representativas y fuertes”, agregó el funcionario oriundo de Hurlingham.

A su vez, el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Manuel Mosca, en el marco de una recorrida por La Matanza, expresó que “si Magario va a administrar la Federación de Municipios como gestiona La Matanza, la FAM va por mal camino”.

“No puede ser un triunfo de los municipios la conducción de Magario, porque el partido que preside es uno de los más abandonados de los últimos años, y quienes lo gobernaron han sido incapaces de solucionarle los problemas concretos que tiene la gente en temas como seguridad, salud, agua y cloacas”, añadió el hombre de Bolívar.

Por su parte, Alberto Descalzo, jefe comunal de Ituzaingó, en tono conciliador, dijo que “la FAM es una federación que fundamentalmente atiende cosas que tienen que ver con el municipalismo argentino; la idea es estar y ponernos de acuerdo, más allá de los colores políticos, en temas relacionados a la salud, servicios públicos, obras, educación, seguridad y todo lo que tenga ver con el municipalismo”.

Así, el presidente de la FAM bonaerense intentaba responderse a así mismo por qué Cambiemos había decidido no ser parte de la entidad. Más directo, ante la consulta de La Tecla, dijo: “No sé, tendría que contestarlo la gente del radicalismo y el PRO. Lo único que sé es que nosotros proponíamos una cosa y ellos otra”.

En tanto, el kirchnerista de Avellaneda, Jorge Ferraresi, reflexionó que “la realidad es que en la Argentina hay más intendentes peronistas que de Cambiemos. Y eso se iba a plasmar en la elección de autoridades de esta importante institución. La elección se gana con votos. Pero lo cierto es que no vinieron. Unos aceptaron el proceso demo-crático, otros no”, completó sin titubeos.

Por su parte, la flamante presidenta, dijo que “éste es un espacio para que todos nos integremos. En la FAM hay muchos peronistas, pero también estamos abiertos a trabajar junto a los intendentes de todos los partidos. Estando juntos es como vamos a construir un nuevo federalismo”, detalló.

Asimismo, Magario dijo que lamentaba mucho las ausencias (Cambiemos y el massismo), “porque venimos hace meses trabajando en conjunto para que se integraran y que pudiéramos llegar a una elección consensuada; nosotros queremos que se discutan las medidas y las políticas públicas dentro de la FAM, para que todos podamos generar unidad de trabajo”.

“Confío en que todos mi colegas intendentes sepan ver la oportunidad que tenemos y nos integremos todos en una dinámica de trabajo. Creo que los intendentes de Cambiemos van a venir para que todos trabajemos en conjunto y lleguemos a los acuerdos necesarios para que haya soluciones para nuestros ciudadanos”, cerró la matancera, confiada.

Palabras más, palabras menos, lo cierto es que la asamblea de la FAM, donde tendrían que haber estado los jefes comunales de todos los colores políticos, fue una simple reunión del peronismo. No importa ahora (ni nunca) qué sector es más o menos culpable; lo importante, lo que queda, es que, otra vez, la grieta pudo más que el diálogo y el consenso. Otra vez ganó la politiquería y perdió la política.

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