En la recaudación tributaria de noviembre se observó el impacto de la reactivación económica, en pleno contexto electoral, lo que redundó en una mejora de 5,7% real respecto a los ingresos del fisco en el mismo mes del 2019. Pero además hubo una variación positiva del IVA, indicador de los niveles de consumo de octubre, en el marco del impulso fiscal posterior a las PASO y la recomposición salarial de las paritarias. El dato del IVA, que mostró un crecimiento real de 6,1%, implicó un cambio de signo respecto a la caída que se había observado en octubre, por el menor consumo de septiembre.

El Ministerio de Economía divulgó los datos de la recaudación de noviembre, que dejó ingresos por $1.034.964 millones, y según la cartera se trató del mejor resultado desde el 2017. Al respecto señalaron: “Se ubicó, a precios constantes, en valores similares a los de 2017, superando lo registrado en el período 2018-2020 para el mismo mes. El retorno a esos niveles se alcanzó bajo un cambio en la estructura tributaria, caracterizado por un incremento en la participación de los tributos que otorgan progresividad al sistema. Esta dinámica fue resultado de las reformas introducidas a través de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en diciembre de 2019”.

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El aumento de la recaudación tiene impacto por su capacidad para mostrar lo que ocurrió con la actividad económica. El caso del IVA es paradigmático en ese sentido: muestra lo sucedido con el consumo del mes previo, en este caso octubre, y con la capacidad de pago de las empresas de noviembre. También es un indicador, en este caso del consumo de noviembre, el impuesto al cheque, que registró una contracción de 2,1% real respecto al mismo mes del 2019.

Por el lado del IVA, la mejora fue de 6,1% real contra los niveles de noviembre del 2019. Y ahí se observa un cambio de tendencia, ya que en octubre hubo contracción de 6% real, en línea con lo ocurrido durante el resto del año, excepto septiembre. La comparación con el mismo mes del 2020 arroja un incremento de 62,3%, de algún modo desvirtuado por la baja base de comparación que dejó el año pasado en materia de actividad económica.

Pero los números de noviembre también tienen impacto en cuanto a lo ocurrido con las cuentas públicas. En ese sentido, se observa que la reactivación tiene impacto en un menor rojo primario, aunque algunos se coparticipan, tal el caso del 100% de lo recaudado en Ganancias, que totalizó ingresos por $228.250 millones, y el 89% del IVA, que llegó a $312.196 millones. Lo que se sabe al respecto es que el Tesoro precisó encontrar financiamiento para sus gastos por afuera: en noviembre, el endeudamiento en el mercado totalizó $141.000 millones y la maquinita agregó otros $130.000 millones.

Desde la consultora ACM señalaron: “En los próximos meses a medida que se eliminen las pocas restricciones que permanecen, se espera que se continúe con la reactivación de los impuestos asociados a nivel de actividad y al consumo (I.V.A., impuesto a los créditos y débitos en Cta. Cte.) acompañado con cierta recomposición de los salarios que podría tener un freno producto de la aceleración inflacionaria que se espera para comienzos del 2022. En cuanto a los impuestos relacionados con el comercio exterior, debido a la aceleración de los precios internacionales compensada con la apreciación cambiaria, se espera una moderada aceleración en su recaudación para los próximos meses”.

En esos sentidos, se observó que en noviembre la seguridad social, formada por los aportes personales y las contribuciones patronales, dejó una contracción de 0,2% real contra el mismo mes del 2019, número peor al de octubre pero mejor a lo que se venía observando en los meses previos, gracias a las paritarias y la mejora gradual en el empleo. Las retenciones, por su parte, crecieron 46,3%.