El gobernador Axel Kicillof finalmente despejó las dudas y puse en funciones a Omar Galdurralde como presidente del Instituto Provincial de Lotería y Casinos, un nombramiento que implica una señal a un grupo de intendentes del peronismo, ya que se tratan de un dirigente estrechamente ligado a Martín Insaurralde.

La designación de Galdurralde era una posibilidad cierta desde que Kicillof asumió al frente del Ejecutivo, tal como informó DIB en su momento. Pero la formalización de ese pasos e había ido posponiendo sin una explicación precisa y en medio de rumores –nunca asumidos en público- de cierta disconformidad de un grupo de intendentes peronistas del Conurbano con la gestión de Kicillof.

La semana pasada, incluso, Kicillof firmó un decreto para colocar a Juan Carlos Padín, un hombre del riñón del jefe de Gabinete, Carlos Bianco, al frente de la Secretaría Ejecutiva del Instituto. En el mismo acto, modificó la estructura del organismo para darle a Padín mayores atribuciones de gestión, sobre todo en lo atinente al control de la «caja».

Fue apenas la formalización del esquema interino de control del Instituto que se había puesto en marcha a principios de la gestión, luego de que le aceptaron la renuncia a Matías Lanusse, el último de los presidentes designados durante la gestión de María Eugenia Vidal. Ese paso había dejado acéfala a Loterías, una situación que recién se remedia ahora con la designación de Galdurralde.

El nuevo presidente es un viejo conocido en la administración provincial: con un vínculo añejo con Aníbal Fernández, fue director de Finanzas en el IOMA durante la gestión de Javier Mouriño, en el gobierno de Daniel Scioli. También formó parte del directorio del Banco Provincia en la administración de Vidal. Pero su vínculo político más importante ahora es con Insaurralde.

Por eso, el nombramiento, que forma parte de un acuerdo pre electoral, fue interpretado como una señal al grupo de intendentes que se nuclea en torno al alcalde de Lomas de Zamora. Se da en la misma semana en que, tras un nuevo encuentro de Kicillof con alcaldes peronistas, esta vez con los de la tercera sección, surgieran nuevamente rumores sobre cierto malestar de los alcaldes con el Gobernador.

Parte de esos cuestionamientos estarían relacionados con los pocos lugares que creen que les reservaron para ellos o para hombres propios en la estructura del Estado. Por eso, la designación de Galdurralde en un Instituto que tiene un presupuesto muy abultado puede ser leída como una señal del Gobernador.

Como número dos, además, asumió la massista Laura García, según confirmaron a DIB fuentes del Ejecutivo.

Padín, en tanto, oficiará como el hombre de confianza de Kicillof en la estructura. (DIB) AL