Schiaretti acelera política sanitaria para reconfigurar gestión y campaña

Schiaretti acelera política sanitaria para reconfigurar gestión y campaña

El gobernador endurece medidas, aunque insiste en la autonomía de Nación. La creación de las dos mesas, una para la pandemia y la otra pensando en las elecciones legislativas.

La semana pasada en PERFIL CORDOBA se adelantó que, con el consenso de los intendentes, el Gobierno provincial iba a levantar la bandera de la administración de la campaña de vacunación y el incremento de camas críticas para contener la segunda ola del coronavirus. Y, con estos dos factores, sobre todo el segundo, con el que el gobernador Juan Schiaretti repite el objetivo de quedar por encima de las 3700 camas críticas este mes, el propio mandatario provincial acudió a la reunión virtual con el presidente Alberto Fernández el miércoles pasado. 

Con ese sustento, la ocupación de camas críticas que tiene Córdoba en este momento, que orilla el 40% para la atención covid-19, Schiaretti definió junto al resto del gabinete provincial aplicar restricciones, pero siguiendo la línea de autonomía en la relación con Nación. De hecho, el pasado viernes, después de la segunda reunión con intendentes y jefes comunales -la primera fue el último lunes-, los ministros Facundo Torres y Diego Cardozo, de Gobierno y Salud, respectivamente, insistieron con que “Córdoba no podía tomar decisiones en base a la situación sanitaria que atraviesa el Amba”. Frase que también se citó el domingo pasado en estas páginas. 

Pasando en limpio, después del encuentro con los intendentes, se reforzó el pedido al control de la noche; indicación a la que los jefes comunales responden pidiendo más presencia policial y más firmeza de la Justicia.  Sobre todo, en la nocturnidad. 

En el resto, consenso generalizado. “Todos los intendentes están alineados, hay consenso. Se los escucha, pero después tienen que acatar”, confió un integrante del gabinete provincial. 

El mayor control a la circulación, la reducción de 20 a 10 los asistentes a reuniones sociales, sumado a la cuestión gastronómica y los controles que ya se observaron este fin de semana en bares, son las claves de las próximas tres semanas. Si eso funciona y no hay desborde, algunos tienen cierta calma por lo que viene. 

De todas maneras, también hay voces del peronismo provincial y alineado con El Panal que están empezando a hablar del “peor momento de la pandemia”. “Estamos en el momento más crítico, pero nadie va a salir a pedir más restricciones de las que se conocen por dos motivos: el primero, hacerlo te termina alineando con Nación; segundo, hacerlo es una forma también de desafiar a Schiaretti. Y a eso no lo va a hacer ninguno”, reconoció un funcionario a este diario. 

El esquema de las dos mesas. La que pasó fue la semana del estreno de las dos mesas en el Gobierno provincial: una que atenderá pandemia e impacto de segunda ola; la otra, con la cabeza y la gestión direccionadas a la campaña. 

La primera la integra los ministros Cardozo y Torres, son los que tienen el contacto con los intendentes; entra en esa relación con los jefes comunales el vicegobernador Manuel Calvo, pero a la hora de comunicar, ese rol les toca a los integrantes del gabinete. Los movimientos de Calvo en torno a la pandemia son, para muchos, más cuidadosos y muy distintos al esquema omnipresente del 2020 en la inauguración de los COE regionales y en la comunicación de la política sanitaria. 

La otra mesa, la del carreteo de cara a la campaña la integra la diputada nacional Alejandra Vigo; la ministra de Empleo, Laura Jure; y esta semana hizo su aparición en escena la legisladora provincial, Natalia de la Sota. “Está adentro, tiene buen perfil de candidata y un apellido que suma. Aparte, le va a resultar difícil al FdT ir fuerte en contra de una lista de mujeres y que una de ellas sea De la Sota”, sintetizó un dirigente del PJ que no está dentro del delasotismo, pero habla seguido con la parlamentaria. 

En esa mesa, la de los anuncios y la gestión en clave de campaña, es la única en la que se mostró Schiaretti esta semana. El gobernador no formó parte del encuentro con los intendentes y menos de los anuncios de más restricciones. 

 

 

Volvieron los ruidos. El otro denominador común que empezó a notarse en los barrios es la preocupación de dirigentes con territorio por el poco acompañamiento en lo gestual que tiene el peor momento de la pandemia. “Falta clima de preocupación”, se quejó un funcionario capitalino en la semana. 

La misma persona también sostiene que hay ruidos como los del año pasado en la gestión de la pandemia entre la Provincia y la Municipalidad. “Bajaron los insumos y testeos que llegan a los CPC, la gestión de la Ciudad en los barrios va por un lado, pero en el medio están los operativos que arma la provincia… no es el nivel de tensión que hubo en algún momento del 2020, pero se está empezando a notar”, reconoció. 

Los test que llegan a los CPC alcanzan o promedian el centenar y Provincia triplica ese número en cada operativo Identificar. Por dar un ejemplo del ruido de la sintonía fina que se escucha en los barrios. 

Y a esto se suma, la preocupación que en este caso es conjunta y es el deterioro del tejido social. Con un crecimiento de la inseguridad que motivó una queja de centros vecinales sobre el final de la semana que tampoco cayó bien en el Centro Cívico. Se sabe, cuando la Ciudad reclama por seguridad, genera un malestar en la Provincia. 

Comentá la nota