En Salta los panaderos no firmaron ningún convenio con molinos para comprar harina más barata, de modo que el kilogramo valga $10 y no entre $18 y $20, tal como ocurre actualmente.

Cierto es que el acuerdo firmado en Buenos Aires y Córdoba dejó varios cuestionamientos para los panaderos salteños. Y es que contempla que solo el 10% de la producción total de una panadería se podrá vender a $10, ya que un panadero podrá adquirir con descuento ese porcentaje de harina.

“Es un convenio que deja muchas dudas. ¿Cómo puede ser que solo el 10% del total de pan que hacés lo vendás a $10 el kilo, el resto a $18 o $20?”, se preguntó Daniel Romano, integrante de la comisión de la Cámara de Industriales Panaderos y Afines.

De ese modo, una panadería que compra 300 bolsas solo 30 las adquirirá de un molinero a un valor menor, y por esa cantidad venderá el pan más barato. Hoy el valor de la bolsa de 50 kilogramos ronda los $275 y $300.

El incremento que sufrió el pan durante los últimos años ha superado las expectativas hasta de los economistas mismos.

“En Salta hay muy pocos molinos, la mayoría se ubican en Córdoba y La Pampa, de modo que estamos marginados de los acuerdos”, expresó Romano.

Bendito pan

La escasez de harina es la que generó la escalada de precios. El Gobierno nacional acusa a los productores de especular con la harina, en tanto que estos reniegan de las condiciones económicas y de los altos costos de producción.

Los precios, sin frenos

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Pese a la lenta desaceleración económica que Argentina registra desde hace 17 meses, los precios no han tendido a la baja. Y es clara la falta de señales de que ello vaya a suceder, más aún considerando la masa de dinero que hay en circulación.

Para 2013, la tasa de inflación esperada por los economistas no afines al Gobierno alcanza el 25%.

El acuerdo de precios, la medida que escogió el Ejecutivo nacional para combatir la inflación, no generó los efectos esperados. Ya se denunciaron en reiteradas oportunidades: escasez de harina, azúcar y aceites. La mayor crítica de ese acuerdo apuntó a que contiene una lista de 500 productos entre los cuales solo el 28% son de primera necesidad. Desde vino, tinturas de pelos hasta aceitunas figuran en la lista.

Si bien se anunció tácitamente que el acuerdo con las cadenas de supermercados será hasta octubre, el Gobierno manifestó intenciones de extenderlo. La medida cortoplacista para luchar contra la inflación, aplicada en reiterados gobiernos, tiene grietas que siempre quedan al descubierto. Y parece no ser la excepción esta vez.