Ya rige la suba en agua y gas, pero no se sabe cómo aplicarla

Ya rige la suba en agua y gas, pero no se sabe cómo aplicarla
El Gobierno no hizo aún las normas para la quita de subsidios que se aplica desde ayer.
Pese a que desde ayer rigen los aumentos tarifarios en gas y agua por la quita parcial de subsidios, las empresas prestadoras de esos servicios aún no saben como instrumentarlos y qué porcentajes reales de subas aplicar a los usuarios residenciales y comerciales que han sido alcanzados por el ajuste.

Tras haber transcurrido cinco días del anuncio oficial, el Gobierno sigue sin dar a conocer los detalles y la “letra chica” de los incrementos y del “mecanismo de ahorro” que, en teoría, le permitirá a los clientes hogareños neutralizar o aliviar el reacomodamiento tarifario en el servicio de gas.

En medio de las dudas planteadas por los alcances de los aumentos, Metrogas salió a pedirle a sus clientes –con avisos en algunos diarios– que actualicen y amplíen sus datos personales y fiscales.

La movida se origina en una resolución de la AFIP que obliga a la empresa a suministrar información de los usuarios que no figura en su base de datos. Lo mismo tienen que hacer las distribuidoras eléctricas y la estatal AYSA. Pero, como no hay ninguna norma que obligue a los clientes a cumplir con esa solicitud, desde las mismas empresas consideran que la campaña no aportará los resultados buscados.

La primera tanda de los tres aumentos programados hasta agosto comenzó a correr a partir de ayer. Eso fue lo que comunicaron el jueves pasado los ministros de Economía, Axel Kicillof y de Planificación, Julio De Vido, al precisar que las subas en el servicio de gas a nivel nacional iban a oscilar–en función de los consumos–entre el 40% y 113% y las correspondientes a AySA, entre 66% y 162%.

Para junio y agosto están agendados otros dos ajustes más que configurarán un aumento acumulado del 100% al 284% en el gas y del 170% al 406% en los servicios de la estatal AySA.

Las distribuidoras de gas están esperando que el Enargas –el ente regulador del sector– defina dos cuestiones clave. Por un lado, las fórmulas para calcular los aumentos según las diferentes quitas de subsidios que van a tener los usuarios. Y por otro lado, el esquema para poder premiar el consumo eficiente de gas. Según lo que anunció el Gobierno, los que bajen un 20% su consumo bimestral con respecto a 2013 no sufrirán la quita de subsidios. Y para los que “ahorren” entre un 5% y 20%, el recorte de subsidios y los aumentos en juego bajarán a la mitad.

En AySA, en tanto, aguardan que ERAS –el organismo de control– establezca claramente los límites de las tres zonas del área metropolitana que se crearon la aplicación de los aumentos y los porcentajes definitivos de subas que tendrán que afrontar los usuarios de cada lugar.

Además, los reguladores tienen que resolver qué sucederá con los hogares que tienen medidores y que representan el 12% de los casi 3 millones de usuarios residenciales de AySA. Cuando anunciaron los aumentos, Kicillof y De Vido no los incluyeron entre los que van a perder subsidios. Pero, todo indicaría que también caerán en la bolsa y que deberán afrontar los incrementos en juego.

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